No hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague: hace dos meses le anticipé y prometí detalles acerca del mayor proyecto portuario del sexenio —mismo al que dará corte de listón este fin de semana— y que ejecutará la Secretaría de Marina Armada de México (Semar), a cargo del almirante Raymundo Morales Ángeles, mediante alianzas público-privadas: la ampliación del Puerto de Manzanillo en cuatro veces su capacidad y convertirse en la terminal más importante de América Latina con potencia equivalente a la que hoy tiene el californiano Long Beach.
El carácter de alianzas público-privadas (APPs) con que inicia este proyecto es quién puede generar certidumbre jurídica y financiera a los inversionistas, comerciantes e industriales que se ha visto mermada en los últimos meses. La ampliación Manzanillo, Colima, revela la voluntad de mantener a México en un mercado abierto, vinculado con América del Norte y con un intenso tráfico comercial con China, Singapur, Taiwán, Corea del Sur y Vietnam; que respeta la propiedad —física e intelectual—, así como la inversión privada nacional y extranjera con el objetivo de generar cadenas de valor.
La ampliación de Nuevo Manzanillo se hará hacia la Laguna Cuyutlán como aquí le informamos en septiembre pasado, vinculado a un modelo holístico de desarrollo regional.
En términos financieros el plan prevé elevar la extensión operativa a 1,816 hectáreas del puerto más importante de México significa una inversión total de casi 64 mil millones de pesos en dos etapas y de la cual la iniciativa privada (a través de concesiones y permisos de operación portuaria), aportará casi 73% (48,500 millones de pesos) en las métricas elaboradas en la Coordinación General de Marina Mercante, a cargo del capitán de Altura, Manuel Fernando Gutiérrez Gallardo.
Los recursos públicos provendrán del muy sano balance financiero que la administración portuaria (ASIPONA) de Manzanillo forja con ingresos y capital propio que crecen casi doble dígito por año. Pero esa fortaleza no es de ahora; proviene de decenios de experiencia (por las buenas, por las malas y por las mejores) de aplicar alianzas público-privadas en puertos.
Manzanillo es el puerto más importante de México al conectar con la costa oeste de Estados Unidos y Canadá y ser el nodo de vinculación con los países asiáticos: moviliza poco más de 3 millones de contenedores por año, pero con la ampliación llegará a casi 10 millones de unidades hasta figurar entre los 15 puertos más importantes del mundo.
Expandir Manzanillo es la gran apuesta, mediante una APP para una economía abierta, que inicia con la inauguración del acceso Nuevo Manzanillo-Cuyutlán y que se proyecta extender con nuevas carreteras, accesos ferroviarios y navegación de cabotaje.
Ya era hora.
Función Pública impugnará compra de medicamentos. Ya apareció una primera queja a la megacompra de medicamentos que coordina la Secretaría de Salud, a cargo de David Kershenobich, por 130 mil millones de pesos: es la foliada 2023/ISSSTE/DE347, pues se dice que la dependencia, a cargo de Raquel Buenrostro (Anticorrupción y Buen Gobierno), denunciaría a Heriberta Flores Hernández —subdirectora de Normativa de Administración y Finanzas del ISSSTE— por la presunta colusión con la Comercializadora Arvien y AstraZeneca, donde al parecer trabaja su hijo Francisco Javier Puebla Flores como encargado de ventas a Gobierno.
Aquí se lo contamos hace ya más de un año y nada sucedió; pero ahora se presume que doña Heriberta no sólo manda en el ISSSTE, encargado a Martí Batres, sino que además manda “encargos” en otras instituciones públicas de salud.
En la que queja contra Heriberta se le atribuye condicionar las compras a la Comercializadora Arvien de Miguel González y Armando Ramírez; el primero trabajó en Norvartis y el segundo “agarró callo” en la Secretaría de Salud de Puebla.
Como otros tantos “milagros sexenales”, se presume que Arvien facturó más de 550 millones de pesos en 2023 al sector público de salud de la mano con AstraZeneca donde labora su retoño.
Banorte, 125 años haciendo fuerte a México. Apenas el sábado pasado Grupo Financiero Banorte, que ahora encabeza Carlos Hank González, cumplió 125 años: fundado en 1899 como Banco Mercantil de Monterrey, pasó a ser el Banco Regional del Norte en 1947 para fusionarse en 1986 para originar el Banco Mercantil del Norte, Banorte.
Rápido de mencionar, inolvidable por su actuar, Roberto González Barrera adquirió Banorte en 1992; ahí comienza una expansión con fusiones y adquisiciones de Bancentro, BanPaís, BanCrecer, Afore BBVA, INB, Uniteller, Generali, Ixe, Afore IMSS y Afore BBVA.
En 2014 Hank González toma la presidencia de Banorte y concreta en 2018 la fusión con el preciso banco de inversión corporativa Interacciones. Y ya con Marcos Ramírez como director de Banorte, arrancan un plan estratégico de fortalecimiento del grupo y en menos de diez años (de 2015 a 2023) triplican la utilidad neta, de 17.1 mil millones de pesos a 52.4 mil millones de pesos: con ello, la rentabilidad sobre fondos propios pasó de 13.3% a 23.3%.
Con más de una centuria de vida, Banorte es referente de innovación como lo demostró al crear Bineo, el primer banco 100% digital. Y lo que falta.
Coppel en tu empresa. Al culminar el tercer trimestre del 2024 BanCoppel, que dirige Carlos López-Moctezuma, aumentó 19% su cartera empresarial con 34 mil millones de pesos, ubicándose en el top 3 de la banca comercial más activa entre las personas industriosas. Históricamente BanCoppel ha otorgado más de $90 mil millones en financiamiento empresarial, la mitad de su cartera crediticia, lo que refleja su compromiso con el desarrollo económico del país a través del área a cargo de Javier Hernández Tagle que se adecúa a las necesidades de sus clientes.
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