Mientras en Europa crecen los movimientos políticos que quieren cerrarle las puertas a los inmigrantes, en España se pretende regularizar a casi un millón de personas en situación irregular en los próximos tres años.
La ultraderecha culpa de todos los males a las personas migrantes que dejan sus países de origen en busca de una vida mejor y que intentan escapar de las guerras, de la violencia, de la pobreza e inclusive de los desastres naturales.
Los mensajes de odio y discriminación en contra de las minorías se han multiplicado por toda Europa y cada vez se suman más votantes a estos movimientos radicales que se han encargado de transmitir miedo y desinformar a la población para ganar adeptos entre la ciudadanía.
Ahora mismo en España hay una campaña de desinformación, propagada principalmente por la ultraderecha, aprovechando la desgracia que tuvo lugar en la comunidad de Valencia tras el paso de la Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) que causó terribles inundaciones que dejaron al menos 220 muertos y decenas de desaparecidos.
Con la ayuda de redes sociales digitales se están transmitiendo mensajes falsos sobre la supuesta ocultación de cadáveres por parte del gobierno central, del Partido Socialista Obrero Español, a pesar de que Valencia está regido por el Partido Popular, de derecha, en coalición con el partido ultraderechista Vox.
Los ultraconservadores están haciendo esta campaña de desinformación para que la gente le dé su voto de confianza a los partidos más radicales como Vox, que se han encargado de atemorizar a los votantes diciendo que la mayoría de crímenes sucede por culpa de los inmigrantes.
Ante este panorama y en medio de las críticas por la gestión de emergencia en Valencia, en España se ha hecho una reforma al reglamento de la Ley de Extranjería para agilizar la legalización de más de un millón de migrantes que vive en el país ibérico.
La ambiciosa apuesta del gobierno español es que en los próximos tres años se puedan regularizar 900 mil personas que se encuentran en situación irregular. En el texto de la reforma resalta el cambio de tiempo para solicitar la residencia por arraigo que era de tres años y ya han pasado a dos.
También se ha flexibilizado la figura de la reagrupación familiar que ayudará a los extranjeros que residen en España a traer de forma más sencilla a los miembros de su familia y la edad de los hijos que pueden optar por este tipo de residencia se eleva hasta los 26 años.
En el caso de los visados para estudiantes también se benefician los residentes extranjeros que vienen a Europa para continuar sus estudios académicos y quieran quedarse a trabajar en el viejo continente, ya que la administración facilitará la obtención de un permiso de trabajo tras el término de los estudios.
Parece que en España, y a pesar de los mensajes de odio contra las minorías y del racismo que existe en el país, han entendido la importancia de los inmigrantes para sostener y sumar para la protección del Estado de bienestar que se vive en gran parte de los países de la Unión Europea.
Por ejemplo, con los estudiantes que se forman en sus países de origen, muchos de ellos vienen a hacer estudios de posgrado y con esta reforma a ley de extranjería el gobierno español pretende beneficiar la retención del talento de extranjeros.
Facilitar la regularización a los migrantes hoy en día va en contra de la oleada antiinmigrante que se ha desatado en Estados Unidos y Europa en los últimos años.