En mi columna anterior (véase: https://www.razon.com.mx/opinion/2024/11/25/malos-resultados/), vimos como el Indicador Global de la Actividad Económica (que mide el comportamiento de la producción con la que se mide el crecimiento de la economía), ha venido creciendo cada vez menos (comparando el crecimiento promedio mensual entre enero y septiembre de 2023 con el del mismo periodo de este año), lo cual, dado todo lo relacionado con el crecimiento (producción, empleo, ingreso y bienestar), es mala noticia.
Si del Indicador Global de la Actividad Económica (que el INEGI reporta mensualmente), pasamos al Producto Interno Bruto (que reporta trimestralmente e implica una medición más amplia de la producción), ¿cuáles son los resultados?
En términos trimestrales (comparando cada trimestre con el trimestre anterior), en el tercero del año el Producto Interno Bruto creció 1.1%, con lo cual, por primera vez desde el cuarto trimestre de 2022, el crecimiento se ubicó por arriba del 1.0%. El crecimiento promedio trimestral durante los seis trimestres anteriores, del primero de 2023 al segundo de 2024, fue 0.48%. El del tercer trimestre (1.1%), resultó 0.62 puntos porcentuales mayor, el 120.17%. Un año antes, durante el mismo trimestre de 2023, creció 0.7%. Un trimestre antes, a lo largo del segundo de este año, creció 0.4%.
En términos anuales (comparando cada trimestre con el mismo trimestre del año anterior), en el tercero del año el Producto Interno Bruto creció 1.6%. Un trimestre antes, durante el segundo de 2024, creció 1.2%, 0.4 puntos porcentuales menos, el 25.00%. A lo largo del tercer trimestre del 2023, hace un año, creció 3.5%, 1.9 puntos porcentuales más, el 54.29%.
Con la información del Producto Interno Bruto para el tercer trimestre podemos responder la pregunta por el crecimiento de la economía durante el sexenio de AMLO: 5.5%. ¿Mucho, regular o poco? Comparemos, para no extender mucho la comparación, nada más con los tres sexenios anteriores. Durante el sexenio de Fox el Producto Interno Bruto creció 12.3%. A lo largo del de Calderón creció 8.6%. Durante el de Peña 11.6%. El crecimiento promedio de aquellos tres sexenios es 10.83%. El crecimiento del sexenio de AMLO fue 5.5%, 5.33 puntos porcentuales menor, el 49.22%. ¿Qué tenemos? Por mucho el peor crecimiento de los últimos cuatro sexenios, y no solamente por culpa del Covid, sino, sobre todo, de la 4T, y de su éxito en enchuecar, más de lo que ya estaba, el Estado de Derecho.
Según el Índice de Estado de Derecho 2024, de la organización Proyecto de Justicia Mundial, en escala de 1 a 10, así se redujo la calificación de México en la materia: 2018 (último año de Peña Nieto), 4.6; 2019 (primero de López Obrador), 4.5; 2020, 4.4; 2021, 4.3; 2022, 4.2; 2023, 4.2; 2024 (último de López Obrador), 4.1. Durante el anterior sexenio bajamos de 4.6 (malo) a 4.1 (peor), en una materia tan delicada como la es el Estado de Derecho, que defino como el gobierno de las leyes justas. Y si de la calificación pasamos al lugar, México ocupa, entre 142 países, el lugar 118. Mal en calificación. Mal en posición. Más que Estado de Derecho (gobierno de leyes justas), lo que padecemos en Estado de chueco (gobierno de las ocurrencias de los gobernantes).
Mañana: inversión extranjera directa, de mal en peor.