Muchos de los personajes que ha elegido el presidente electo, Donald Trump, para formar parte de su gabinete, cuentan con poca experiencia para el cargo, pero, además, algunos están cuestionados e, incluso, denunciados por cometer abusos sexuales contra mujeres y, en un caso, contra un menor de edad.
El mismo Trump tiene señalamientos por abuso sexual y denuncias en curso y, aun así, será el presidente número 47 de la Unión Americana y el primero en llegar a la Casa Blanca señalado de ser un abusador sexual.
A menos de tres semanas de ganar la elección presidencial en Estados Unidos, Donald Trump ya tiene listo el que será su próximo gabinete y que entrará en funciones a partir de enero de 2025.
Segob en San Lázaro
Esto se debe a que en 2023 fue declarado culpable de cometer este delito contra la escritora Jean Carroll, quien incluso le ganó en dos procesos legales, uno por el abuso sexual cometido y otro por difamación, además de una indemnización de más de 83 millones de dólares. La agresión la cometió en la década de los 90, en una tienda departamental.
Para Trump los señalamientos por abuso sexual tienen como finalidad retar al movimiento Me Too, a siete años de que cobró fuerza no sólo por las acusaciones contra hombres de la industria del entretenimiento, como Harvey Weinstein, también las hubo en otros ámbitos, como en Wall Street, Sillicon Valley y la política estadounidense.
Hoy, Trump busca rodearse de secretarios con las mismas acusaciones, como una vía para normalizar sus acciones y evitar que esté en el ojo del huracán por este tipo de comportamientos.
Incluso, el ascenso de los acusados a posiciones de poder plantea nuevas preguntas sobre el futuro del movimiento de MeToo, que se extendió por todo el país y trastocó a la sociedad en los últimos años.
Y es que el péndulo se mueve de un lado a otro. Hubo muchas acusaciones con fundamentos reales en este movimiento. Un movimiento que es legítimo. Muchas mujeres han sufrido acoso y abuso sexual.
Pero hoy el movimiento Me Too no cuenta con el apoyo de toda la sociedad estadounidense debido a que existe una reacción violenta de quienes argumentan que ha ido demasiado lejos, al manchar a algunos hombres sin el debido proceso suficiente, es decir, para algunos, se trató de señalamientos sin pruebas.
Y esto es lo que Donald Trump aprovechó en su campaña, utilizó este agravio masculino, menospreció a las víctimas y obtuvo los votos de un electorado masculino, en su mayoría caucásicos.
En su gabinete nominó al menos a cuatro hombres que también tienen en su historial señalamientos por abuso y acoso sexual, el más grave es su nominado para el Departamento de Justicia, Matt Gaetz, un congresista republicano controvertido que tampoco es bien visto por legisladores de su propio partido debido a las constantes polémicas en su contra.
Fue señalado de tener relaciones sexuales con una menor de edad, a la cual conoció durante una fiesta. El Departamento de Justicia lo investigó por tráfico sexual de menores, pero no lo acusó y el Comité de Ética de la Cámara de Representantes tomó testimonio de dos mujeres que dijeron que él les pagó por sexo.
Por estas controversias Matt Gaetz declinó la nominación para ser fiscal general y por ello, Trump terminó eligiendo a la exfiscal de Florida, Pam Bondi.
Mientras Pete Hegseth, el próximo secretario de la Defensa, fue acusado de violar a una mujer que conoció en una conferencia republicana en Monterey, California, en 2017. Hegseth insistió en que el encuentro fue consensuado. Dos años después, llegó a un acuerdo financiero.
Otro nominado es Robert F. Keneddy Jr, quien será encargado del Departamento de Salud y Servicios Humanos, y quien también tiene acusaciones por agredir a una mujer.
Fue acusado de manosear a una niñera de la familia a finales de la década de 1990. Además, Kennedy, quien está casado con la actriz Cheryl Hines, fue acusado de tener una “relación personal” de un año con una reportera, Olivia Nuzzi. El exprometido de Nuzzi dijo en un documento judicial que Nuzzi le dijo que Kennedy quería “poseerla, controlarla y embarazarla”.
Las controversias de quienes forman el gabinete de Donald Trump también se centran en la poca experiencia que tienen, pues mientras Hegseth, quien era presentador en la cadena Fox News, estará en el Pentágono, con poca experiencia en alto rango militar, y Kennedy estará en salud sin ser científico ni doctor.
A ellos se suma otro personaje que estará a cargo de los programas de salud gratuitos Medicare y Medicaid.
Se trata del doctor Mehmet Oz, más conocido como Dr. Oz, una figura pública, conocida en el ámbito de la medicina, la televisión y la política. En 2009 saltó a la fama con su propio programa de televisión, enfocado en temas de salud, bienestar y estilo de vida. En ese programa llego a promocionar productos “milagro”, que no funcionan y, además, no tienen la certificación del FDA.
Y nosotros nos quejamos del impresentable del doctor Hugo López-Gattel, que no quería vacunar a los mexicanos en la pandemia de Covid.
Además del Dr. Oz, otro presentador de noticias es Sean Duffy, quien trabajó en Fox News. Ahora será el próximo secretario de Transporte, pese a que sólo ha sido conductor en un programa de finanzas, los fines de semana.
Linda McMahon, de 76 años, será la secretaria de Educación y su mayor experiencia en esa área fue ser miembro de la Junta de Educación en Connecticut y como representante del Consejo de Administración de la Sacred Heart University, una universidad católica privada.
En realidad, Linda es conocida por ser fundadora, junto con su esposo Vince McMahon, de la World Wrestling Entertainment (WWE), la lucha libre de mayor popularidad en Estados Unidos.
También formó parte del primer gobierno de Trump como titular de la Administración de Pequeñas Empresas, entre 2017 y 2019. Ahora, tendrá la tarea de liderar esta transformación estructural del sistema educativo.
La más reciente nominación, para completar su gabinete, es Scott Bessent. Él encabezará el Departamento del Tesoro, y en total son 15 secretarios que tienen en común la lealtad a Trump y, en varios casos, la poca experiencia para el cargo asignado.
El nuevo gobierno de Trump apuesta a tener gente popular, pero además, muy radical y dura.
Y parte de esa dureza será, sin duda, contra temas que están relacionados con México: migración, seguridad y el respeto a los acuerdos comerciales.