Aún hay funcionarios públicos que parecen olvidar que su función principal es servir a los intereses de la ciudadanía a la que representan. Este principio, fundamental para los postulados de la Cuarta Transformación, parece no aplicar para Juan José Serrano Mendoza, secretario de la Contraloría General de la Ciudad de México, quien fue visto el 17 de noviembre en el Hard Rock Stadium, durante el partido entre los Miami Dolphins y Las Vegas Raiders, donde la empresa Broxel es uno de los principales patrocinadores.
Resulta que, al parecer, el funcionario disfrutaba del encuentro deportivo en un palco que le pertenecería al dueño de Broxel, Gustavo Gutiérrez Galindo. Lo curioso del asunto es que hace poco la administración capitalina llevó a cabo el proceso de adquisición SAF-DGRMSG-LP-05-24 de vales de despensa de fin de año en el que resultó ganadora precisamente la compañía de Gutiérrez Galindo.
En esta “licitación” organizada por la Secretaría de Administración y Finanzas se han detectado una serie de irregularidades escandalosas. Entre ellas, una cláusula impuesta por la dependencia que lleva Juan Pablo De Botton que solicitaba un convenio con la Central de Abasto (CEDA), el cual no se celebró con al menos una de las tres interesadas.
Esto generó que Broxel “compitiera” contra sí misma en la subasta. La firma disminuyó drásticamente el porcentaje de bonificación con el que había acudido al acto de apertura, en detrimento de las finanzas públicas, pues de tener 1% inicial, el día del fallo arrancó con 0.01%, para concluir en 4.2%, porcentaje lejano al 9.17% que se alcanzó en 2020, durante el concurso SAF-DGRMSG-LP-07-20, en el que sí compitió contra otra empresa.
El mega contrato finalmente le fue entregado con el fallo dado a conocer el 14 de noviembre pasado. No obstante, las anomalías han encendido las alertas de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), de Jesús De la Fuente, órgano que en 2022 amonestó a Broxel, luego que en 2020, infringió la Ley de Ahorro y Crédito Popular al “proporcionar en forma dolosa información falsa, imprecisa o incompleta”, sin que a la fecha haya recurrido a algún medio de defensa. Veremos si el titular de la CNBV hace su trabajo e investiga el actuar de esta polémica firma. Por último, no hay que olvidar que César Craviotto solicitó en 2018 a autoridades federales y locales, incluida la CNBV que se investigara a la firma, pues de acuerdo con él, las tarjetas de la empresa de Gustavo Gutiérrez se utilizaron para incitar el voto a favor de Ricardo Anaya y Alejandra Barrales para el Ejecutivo y la capital, respectivamente.
No es la primera vez que la Secretaría de Administración y Finanzas favorece a Broxel con contratos millonarios, apenas en 2023 le adjudicó de manera directa el contrato DEABS-08-2023 para la Adquisición de Vales relativos al estimulo de fin de año para los trabajadores por un monto de hasta 3 mil 938 millones de pesos. Sobre este tema, nos cuentan, el gobierno capitalino tiene pendiente transparentar cuándo viajó Juan José Serrano a Miami, si voló en un avión comercial o un vuelo privado, quién costeó el mencionado viaje, dónde se hospedó, si estuvo en compañía del dueño de Broxel, Gustavo Gutiérrez Galindo, y si el funcionario estuvo involucrado o no en la adquisición de vales de despensa y en la tan controvertida cláusula.