En el Gabinete de Seguridad Nacional, donde Omar García Harfuch se ha convertido en su principal estratega, tienen la convicción de dejar claro, dentro y fuera del país, la decisión de la Presidenta Claudia Sheinbaum de ir contra todos los grupos criminales que operan en México, entre ellos, el peligroso Cártel de Sinaloa.
El martes por la noche, García Harfuch, titular de Seguridad y Protección Ciudadana del Gobierno de México, reveló un histórico decomiso de más de una tonelada de fentanilo en Sinaloa.
Su costo habría alcanzado en el mercado ilegal de consumidores de drogas más importantes del mundo, EU, 400 millones de dólares (unos 8 mil millones de pesos).
Murat y la 4T, el mundo al revés
Se trata de una de esas acciones de las autoridades que vale la pena analizar, pues no se queda sólo en la efectividad de los cuerpos de seguridad, sino que representa una carambola perfecta de varias bandas, que pasa por los mensajes al Cártel de Sinaloa, a los grupos políticos con los que éste tiene relación y al Gobierno de Estados Unidos, tras la bravata del presidente electo, Donald Trump, contra México.
Vamos por partes. Este operativo, el más importante desde que se presentó la nueva estrategia de seguridad de la administración Sheinbaum —cuyo sello es el control de toda la inteligencia generada por los cuerpos de seguridad—, fue encabezado por la Marina Armada y participaron el Ejército, la Guardia Nacional, la FGR y la oficina de García Harfuch.
Anoche me comentaron integrantes del Gabinete de Seguridad Nacional, que el gobernador Rubén Rocha Moya —señalado por Ismael El Mayo Zambada de participar en la emboscada donde mataron a Héctor Cuén, y en la que el primero fue capturado para ser llevado en secreto a Estados Unidos— no se enteró del operativo ni participaron sus policías.
El decomiso de mil 100 kilos de fentanilo se ubica —dentro de lo que se conoce en la materia— como el más grande a nivel global, en lo relativo a esta sustancia, dejando muy atrás al registrado en Arizona, en septiembre pasado, donde fueron asegurados 400 kilos.
De esta manera, en cuanto a su volumen, las acciones anunciadas este martes por García Harfuch se destacan como unas de las mayores en la lucha a nivel internacional en contra de las organizaciones criminales.
Esta acción, nos comentan, puede eventualmente aportar márgenes de maniobra para negociar acciones efectivas contra el crimen organizado con Estados Unidos. Falta ver la respuesta del vecino en lo que respecta al consumo y al tráfico ilegal de armas a nuestro país.
RADAR
EXPERTO. Apenas el domingo pasado Rocío Nahle asumió, acompañada por la Presidenta Claudia Sheinbaum, como la primera mujer gobernadora de Veracruz. Su mensaje de apertura fue revelador y dejó claro que tomará con fuerza las riendas del estado, insignia para el desarrollo del país.
Entre las decisiones que más llamaron la atención se encuentra la designación de expertos en áreas clave, y que en administraciones pasadas fueron muy lastimadas por descuidos o excesos, como lo es la Secretaría de Salud, en donde Nahle designó al frente al prestigioso cirujano cardiovascular Valentín Herrera Alarcón.
Si uno escucha la historia de vida de este médico, incluso puede conmoverse. Nació en un pequeño pueblo de Misantla, de niño iba de un pueblo a otro para estudiar primero la primaria y luego concluir la telesecundaria… Viajó a la CDMX porque quería ser cirujano, pese a que su padre lo quería profesor. Su madre lo impulsó a irse a estudiar.
El doctor Herrera ingresó al CCH y se graduó con una calificación de 10, decidió estudiar en la FES Zaragoza de la UNAM, pese a que el pase automático lo llevó a la Facultad de Medicina, donde concluyó la carrera con excelencia. Se especializó como cirujano cardiovascular y en trasplantes.
Pionero en trasplantes de corazón, tiene más de 17 mil cirugías cardiovasculares en su carrera, ha sido director de algunos de los hospitales públicos más importantes del país. Hoy tiene la misión de reivindicar los servicios de salud de su natal Veracruz. Habrá resistencias, sobre todo de grupos protegidos que utilizaron al sector salud para atender sus intereses personales. La convicción es acabar con ese cáncer, me comentan. Buena decisión de Rocío Nahle.