ANTINOMIAS

Apuntes sobre la ley marcial

Antonio Fernández
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Antonio Fernández *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: larazondemexico

La llamada ley marcial tiene su significado del latín martialis, de Marte (quien en la mitología romana era el dios de la guerra), y se refiere a un estado de guerra o de sitio.

Una situación de excepción de la aplicación de las normas legales ordinarias, reguladas normalmente en una Constitución del Estado, mediante la cual se otorgan facultades extraordinarias a las Fuerzas Armadas o a la Policía, reemplazando a las autoridades civiles, para resguardar el orden público o la defensa del Estado.

El origen de la ley marcial, se remonta a los tiempos del imperio romano, cuando el emperador otorgaba poderes extraordinarios a un comandante militar para enfrentar rebeliones, invasiones o cualquier otro evento crítico, y a su consideración ponía en riesgo al imperio, por lo cual para protegerlo era necesario el otorgamiento de facultades militares y políticas extraordinarias.

Posteriormente, la llamada ley marcial, evolucionó, y fue en la Inglaterra medieval, en el siglo XIII, que se introdujo el término martial law para describir la suspensión del derecho común en favor de la autoridad militar en situaciones extremas, provocando en muchas en muchas ocasiones el rechazo y miedo entre la población.

En la edad moderna, la ley marcial se modificó para ser considerada como una medida de emergencia utilizada por los Estados, especialmente ante conflictos bélicos o rebeliones, teniendo como principales características la suspensión de los derechos civiles, como son la libertad de tránsito, la libertad de reunión y la libertad de expresión, mediante el establecimiento de un gobierno militar, para controlar la administración y la impartición de justicia en un Estado; también, en ocasiones se implementan los juicios castrenses, dejando de funcionar los juzgados civiles, siendo sustituidos por tribunales militares, con procedimientos sumarios. La implementación de la ley marcial deberá tener una aplicación transitoria hasta que se restablezca el orden y desaparezca la situación de peligro que lo produjo.

En los últimos años la ley marcial se ha aplicado en diversos países, como son: Filipinas, durante la dictadura de Ferdinand Marcos (1972-1981) implementada bajo el argumento de combatir la insurgencia comunista, cuando en realidad fue para consolidar su poder político. En Egipto, en el año 2011, durante el movimiento revolucionario que intentaba deponer al gobierno. En Birmania, en el año 2021, el gobierno aplicó la ley marcial en diversas regiones, tras el golpe de Estado que sufrió el gobierno.

El caso más reciente lo tenemos en Corea del Sur, donde el presidente Yoon Suk Yeol, declaró la ley marcial el pasado 3 de diciembre, en virtud de supuestas amenazas de fuerzas antiestatales y la supuesta amenaza de Corea del Norte, para que después quedara claro que en realidad era por los problemas políticos que enfrenta y por el debilitamiento de su gobierno ante la oposición.

Ante la declaración de la ley marcial, el congreso manifestó su indignación y se apresuró a votar en contra de su implementación, incluidos los representantes del partido del presidente, por lo que a las pocas horas retiró el decreto, no obstante que los militares habían rodeado al Congreso como una medida de intimidación.

Lo sorprendente de todo esto, fue que el presidente decretara la aplicación de la ley marcial después de más de cuarenta años de una vida democrática saludable, afortunadamente no se aplicó y el Congreso supo ser independiente del poder del Presidente.

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