SOBRE LA MARCHA

El sendero de Andy rumbo al 2030

Carlos Urdiales
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Carlos Urdiales *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: larazondemexico

El año se extingue al mismo tiempo que la grilla dentro de Morena se aviva. Las renacidas tribus morenistas buscan vigorosamente establecer sus feudos y cotos de poder, antes que el sexenio de Claudia Sheinbaum cumpla cien días con la investidura.

El Gobierno trabaja y la administración pública federal se acomoda para enfrentar los desafíos que surgen a diario, la defensa nacional contra el segundo mandato de un Donald Trump sin miedo a nada, se alista desde la Secretaría de Economía, la de Relaciones Exteriores, Guardia Nacional y gobiernos estatales en las fronteras norte y sur.

2025 no pinta bonito hablando de pesos y centavos. Las proyecciones de crecimiento van de poco a menos y el optimismo de la Secretaría de Hacienda, en sus criterios generales, no alcanza a transformar el horizonte regional.

Varios estados contribuyen al escepticismo sobre cuánto tiempo tomará cambiar la percepción y la estadística de terror y violencia en el país. El golpe triangulado en Culiacán, con dedicatoria a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, echa tierra a la esperanza de cambios visibles en el corto plazo.

Ilusiones que se materializan: la Secretaría de la Mujer; la sensatez en las políticas públicas para la educación, la ciencia o la salud, fortalecen la aprobación mayoritaria de un Gobierno con rumbo y personalidad. La textura de las nuevas mañaneras presidenciales impacta en la agenda nacional de forma constructiva. Un mejor protagonismo del poder.

Sin embargo, una cosa es gobernar y otra planear la épica política familiar, manejar la clientela más grande e importante que México ha tenido desde que el PRI se consolidó como el espacio de todas las ambiciones y perversidades políticas habidas y por haber.

Más allá de las escaramuzas morenas en el Congreso o en el partido, la marea que se mueve desde Palenque comienza a erosionar tierra firme para que el proyecto López Obrador 2.0 (o su familiar segundo piso) pueda fluir naturalmente por alguna de las siguientes vertientes.

Andrés Manuel López Beltrán incrementará su base social, desde Morena, entregando credenciales, amasando membresía y siendo factor de decisión para palomear candidaturas. Fortalecido el hijo, lo demás será explotar la imagen inmejorable del padre.

Un camino sería ir al gabinete a mitad del sexenio. Para ello requeriría operar para que la Jefa haga suyo, cosa no fácil, un proyecto que va más allá del movimiento. Otro, ascender políticamente a la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, hacerla Cardenal, y abrir la conocida puerta del Antiguo Palacio del Ayuntamiento en el Zócalo, para tras un interinato, tomar, por fuerza propia, la próxima candidatura presidencial.

Mucha especulación, sin duda. Quedémonos con algunas líneas y contemplemos desde el cambio de calendarios, cómo se van moviendo los personajes. Y la marea profunda que viene desde Palenque, vía interpósitas personas. Al tiempo.

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