El parlamento australiano aprobó en 2021 una ley regulatoria de la seguridad en Internet (Online Safety Act). A partir de su entrada en vigor, se dieron atribuciones a la autoridad para eliminar contenido en el espacio virtual.
La ley se aplica a todas las compañías cuyos usuarios tienen acceso a contenido en Australia. Esto incluye a empresas que no tienen sede en el país y se extiende a plataformas de redes sociales, buscadores de contenido, juegos, servicios de mensajería y proveedores.
En 2022 la ley fue modificada para incluir una serie de condiciones que los proveedores de servicios deben cumplir a fin de garantizar la seguridad de los usuarios. Se determinó que las empresas deben asegurarse de contar con mecanismos de prevención y respuesta ante la existencia de contenido dañino. Se considera como tal la información extremista, la desinformación, el ciberacoso y la intimidación en línea. También establece que deben priorizarse la privacidad de los usuarios y el manejo responsable de esa información. En ningún caso podrán utilizar los datos personales para propósitos perjudiciales y la política de privacidad debe ser clara, accesible y fácilmente entendible. Igualmente señala que deben contar con sistemas capaces de responder de manera rápida y efectiva a los reportes de contenido o comportamiento nocivos, asegurándose que hayan tomado medidas para que los consumidores tengan acceso a contenido apropiado para su edad.
Uno de los aspectos más relevantes de la Online Safety Act es precisamente el referente a la verificación de la edad de los usuarios. Se ordena a las compañías que tomen las medidas de prevención para evitar que los menores de 18 años tengan acceso a ciertos contenidos inapropiados para su edad. La verificación de la edad se lleva a cabo mediante revisión de documentos y estimación de la edad facial, así como el testimonio del padre o tutor. La simple autodeclaración de edad no está permitida. Existe además un mecanismo para que los menores y sus padres reporten contenido o interacciones dañinas, dando atribuciones a la autoridad para ordenarle a las empresas y a los sitios web su remoción.
Hace unas semanas, el gobierno laborista propuso una reforma a la Online Safety Act que vuelve más estricto el acceso de los menores a las plataformas digitales. El 21 de noviembre se sometió al parlamento una propuesta diseñada para robustecer la protección a los jóvenes. En ella se ordena a las plataformas digitales tomar medidas que eviten a los menores de 16 años abrir o conservar cuentas. De ser aprobada por el parlamento, los menores podrán mantener acceso a mensajería y juegos, así como a servicios relacionados con la salud y la educación como Google Classroom y YouTube. Sin embargo, crea una categoría de plataformas restringidas para ellos que incluye aplicaciones como Snapchat, TikTok, Instagram y X. Las empresas que hagan caso omiso de estas disposiciones podrían ser multadas hasta por 49.5 millones de dólares australianos. Habrá que estar pendientes de su aprobación.