En enero de este año, la organización Human Rights Watch nos sorprendió con su informe anual de 2023 donde se reportó que, a nivel global, la situación de Derechos Humanos estaba mostrándose contradictoria, con muchos avances y retrocesos ocurriendo de manera simultánea.
La situación de las mujeres este 2024 en México aconteció de una manera similar y a partir de esto surge la importancia de hacer un recuento de cómo nos ha ido a las mujeres en materia de derechos.
Por un lado y sobre el tema de la violencia feminicida, de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, existen probabilidades de que los feminicidios disminuyan este año, ya que en 2023 hubo un total de 827, mientras que en este año, de enero a octubre se tienen registrados 667. A pesar de que aún faltan los registros de noviembre y diciembre, con o sin tendencia a la baja, la cifra sigue siendo preocupante y seguimos con 9 mujeres asesinadas al día en este país.
Sobre el tema de brechas salariales ocurre una situación de contradicción similar. De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad, México se encuentra en la posición 33 de 146 en el ranking global de brecha salarial y entre 2006 y 2023 hemos avanzado casi un 5% para cerrar esta brecha. A todo esto, es importante mencionar que el avance sigue siendo muy lento y la falta de oportunidades para que las mujeres crezcan económicamente sigue persistiendo.
En cuanto al aborto, a pesar de que la SCJN estableció en 2023 a través de un fallo que ninguna persona debe ser condenada ni juzgada por abortar, muchos estados siguen sin legislar al respecto. A pesar de que la mayoría ha despenalizado el aborto, aún faltan Sonora, Chihuahua, Durango, Nuevo León, Tamaulipas, Guanajuato, Morelos, Tlaxcala, Tabasco, Campeche, y cómo olvidar el caso en Querétaro donde una niña de 14 años fue acusada por la misma Fiscalía por abortar tras sufrir una violación.
La eliminación y cooptación de instituciones garantes de los derechos humanos también tienen una afectación directa en las mujeres y niñas, pues son ellas las que están en mayor situación de vulnerabilidad y las que más requieren de las políticas públicas de DH.
Con todo esto, si bien hemos observado avances significativos en algunos frentes, también hemos sido testigas y testigos de preocupantes retrocesos que ponen en riesgo décadas de luchas por la igualdad de género y la creación de mayores oportunidades para todas. Debemos aprender y reflexionar sobre los acontecimientos de 2024 y años anteriores para construir un mejor futuro para las mujeres. Además, no podemos pasar por alto el hecho de que este 2025 se viene la XVI Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe y que será aquí mismo en México, un evento con gran expectativa para las mujeres feministas y activistas de derechos humanos donde podremos ver reflejados estos esfuerzos de la lucha por el trato igualitario y aprovecharlas