El multimillonario de origen sudafricano Elon Musk, no sólo es un férreo defensor de los movimientos de extrema derecha, sino que busca incidir en elecciones electorales europeas en favor de partidos de ultraderecha para que le deban el favor y, como ya ocurrió en Estados Unidos con Donald Trump, aumentar su poderío económico y su influencia política.
Este fin de semana, el dueño de Tesla y la red social X publicó un texto en la prensa alemana en el que confirma su apoyo al partido alemán ligado a movimientos neonazis, Alternativa para Alemania (AfD).
La cercanía de ese partido con grupos neonazis lo confirmó una reciente investigación periodística que revela la reunión de los diputados Lena Kotré y Roger Beckamp en Suiza con integrantes de grupos neonazis, promotores de leyes en contra de la inmigración.
Contra violencia de género en la Cuauhtémoc
Musk aseguró en el texto publicado en el diario conservador Die Welt, que Alemania está instalada en la mediocridad y necesita un cambio de rumbo, por lo que el partido Alternativa para Alemania es el único capaz de abrir ese camino como última esperanza del país bávaro.
El AfD, que promueve propuestas xenófobas, racistas y en contra de las minorías, también es defensor de las políticas para desregular los mercados, disminuir los impuestos a las grandes fortunas y reducir las regulaciones gubernamentales a las empresas, elementos que, sin duda alguna, favorecen al empresario dueño de Space X.
También en Gran Bretaña el sudafricano es defensor de la ultraderecha y, según dijo en una entrevista con la BBC el líder del Partido Reformista, Nigel Farage, Musk hará donaciones para ese partido político de extrema derecha tras una reunión entre el político británico y el multimillonario en el complejo Mar-a-Lago, propiedad de Donald Trump en Florida.
Desde su nueva red social X, Elon Musk se ha encargado de apoyar a los movimientos ultras con desinformación peligrosa, como cuando dijo que era inevitable una guerra civil en Reino Unido tras los disturbios en contra de los inmigrantes en ese país.
En Alemania hizo lo mismo tras el atentado terrorista perpetrado por un inmigrante que mató a 5 personas e hirió a otras 200, tras el atropellamiento masivo en un mercado de Navidad, en Magdeburgo, ciudad alemana ubicada a orillas del río Elba, aprovechando una vez más la desgracia de una matanza para promover la subida al poder de los partidos de ultraderecha.
Acciones del millonario que, sin duda, intentan incidir en las campañas electorales para recabar votos para partidos radicales neonazis y sin importar los derechos de las minorías.
Ante este panorama y tras la publicación del texto en apoyo a los ultraconservadores alemanes, el secretario general del Partido Socialdemócrata de Alemania, Matthias Miersch, y el líder de la Unión Cristianodemócrata, Friedrich Merz, calificaron las palabras de elogio a la ultraderecha del multimillonario como peligrosas, prepotentes y vergonzosas.
No cabe duda que Musk es un férreo promotor de la ultraderecha y lo único que se le puede reconocer es que no esconde sus preferencias políticas, pues al contrario, es el mayor porrista de las ideologías extremistas y no se esconde como otros empresarios que se ocultan para no mostrar sus preferencias y creencias. Ahora es cuestión de la población en el mundo si sigue apoyando al magnate que sólo busca aumentar su fortuna a costa de lo que sea y que está dispuesto hasta a financiar campañas conservadoras en cualquier país del mundo.
