El próximo lunes 20 de enero del 2025 Donald Trump tomará protesta como presidente de Estados Unidos de América. El próximo mandatario amenaza con expulsar a los miembros de pandillas extranjeras, además de designar a los cárteles del narcotráfico como grupos terroristas extranjeros. La amenaza de mano dura caracterizada por deportaciones masivas de indocumentados ha provocado acciones diversas en ambas naciones.
En días pasados, la Presidenta Claudia Sheinbaum y su equipo anunciaron una serie de medidas que buscan proteger a los mexicanos en Estados Unidos. Juan Ramón de la Fuente anunció la implementación de un botón de pánico mediante el cual, nuestros connacionales podrán alertar al consulado más cercano, a la Cancillería y a sus familiares previamente registrados en una base de datos, en caso de sentirse en peligro de ser deportados. El alertamiento permitiría una reacción inmediata en la búsqueda de proteger los derechos humanos de los millones de mexicanos que se encuentran en riesgo.
México cuenta con 53 consulados. Se prevé la implementación de un plan de acción que coordine a diferentes actores, además de cientos de asesores que intentarán —en la medida de lo posible— que en caso de que la amenaza se cumpla, al menos se observe el debido proceso.
Año redondo para la cooperativa Cruz Azul
La realidad es que nuestros paisanos en el exterior agregan un valor extraordinario a la economía estadounidense. Son piedra angular del crecimiento económico y el desarrollo social y cultural de aquella nación.
La migración de familias enteras de procedencia diversa con destino a Estados Unidos se presenta producto de una serie de causas sumamente profundas y difíciles de resolver. Son la pobreza y la violencia los principales detonadores que provocan que mujeres y hombres abandonen su tierra en la búsqueda —sumamente incierta— de un mejor presente y futuro en el norte.
El fenómeno migratorio no disminuirá mediante políticas restrictivas o el endurecimiento de medidas fronterizas. Deberá ser el desarrollo local en las comunidades expulsoras de migrantes lo que fije a las personas en un territorio próspero y seguro.
Ante la incertidumbre que ha generado la serie de anuncios y declaraciones, y demás interpretaciones que de ellas se han generado, vale la pena recordar las estadísticas de deportaciones de las últimas administraciones estadounidenses: Trump deportó menos personas que Obama, Clinton y Bush.
Las deportaciones masivas y demás acciones anunciadas por Trump no serán sencillas ni baratas de ejecutar; en contraparte, la protección de nuestros paisanos tampoco lo será. El eventual plan de Trump tiene todavía enormes lagunas logísticas y operativas, sin embargo, ha generado enorme temor entre la comunidad que no tiene una situación migratoria en regla;cada familia que cuenta con un amigo o integrante en esta situación, atraviesa por una crisis de miedo e incertidumbre que hace sus días aún más difíciles en aquella nación.