ENTRE COLEGAS

Balance 2024: lo internacional

Horacio Vives Segl
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Horacio Vives Segl *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: larazondemexico

Concluyo el análisis iniciado la semana pasada de lo más relevante que ocurrió en el año que recién terminó. En esta entrega, lo internacional.

Lo más destacado fue la trepidante campaña y el resultado de las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Donald Trump, a pesar de estar sentenciado y condenado por la justicia de su país, volverá a la Casa Blanca a partir del 20 de este mes. Esto pone en alerta no sólo a sus más próximos vecinos, Canadá y México —con los que ya ha sostenido importantes desencuentros—, sino al mundo entero. Hablando de la Presidencia de Estados Unidos, 2024 cerró con la muerte del más longevo de los inquilinos de la Casa Blanca: el demócrata Jimmy Carter —también ganador del Premio Nobel de la Paz—, falleció a la edad de 100 años.

Continúa la guerra, ya en su tercer año, por la invasión rusa a Ucrania. A Volodimir Zelenski, investido de héroe, se le complica más el escenario ante el relanzamiento de la relación Putin-Trump. En Medio Oriente, tras el ataque terrorista de Hamas contra población civil en Israel del 7 de octubre de 2023, todo este año continuó la escalada del conflicto y la polarización global sobre el tema. La estupenda noticia en la región fue la caída, al fin, del régimen de terror de Bashar al Assad en Siria. Sigue siendo muy prematuro el destino de dicha nación, pero librarse del sátrapa y poner fin a su dictadura dinástica de medio siglo fue sin duda una gran noticia.

Interesantes procesos políticos y electorales en Latinoamérica. En escenarios esperados, Nayib Bukele fue reelecto presidente en El Salvador y Luis Abinader en República Dominicana. José Raúl Mulino ganó las elecciones presidenciales y hubo alternancia en Panamá. País que, al celebrar 25 años de soberanía sobre el Canal de Panamá, enfrenta las consecuencias de las codiciosas e injerencistas declaraciones de Trump sobre retomar su control. Una vez más, la maquinaria chavista fraudulenta se impuso con lujo de violencia en Venezuela; aunque desde el exilio, Edmundo González Urrutia, candidato presidencial, así como la muy arrojada y valiente María Corina Machado, dio una ejemplar batalla opositora. Yamandú Orsí se impuso en Uruguay y volverá a haber gobierno del Frente Amplio. Mal portados expresidentes del populismo “progresista”: Alberto Fernández, señalado por golpear a su expareja, y Evo Morales, imputado por trata de personas y con orden de captura. Se confirmó la condena a Cristina Fernández de Kirchner por actos de corrupción.

En el viejo continente, la Francia de Emmanuel Macron vivió un año agridulce. Revés en las elecciones europeas para su formación; llamado anticipado —e innecesario— a elecciones legislativas; crisis y debilidad del gobierno, que vio pasar cuatro primeros ministros. Con todo y todo, fue el exitoso anfitrión de dos eventos de impacto global, ambos en París: los XXXIII Juegos Olímpicos de verano —con fastuosa ceremonia de inauguración, no exenta de polémica— y la reapertura de la catedral de Notre Dame, tras el devastador incendio de 2019. Mientras, en el Reino Unido, después de una secuencia de cinco gobiernos conservadores desde 2010, Brexit incluido, hubo alternancia y Keir Starmer, del Partido Laborista, asumió como primer ministro, sustituyendo a Rishi Sunak. En España, las tormentas e inundaciones en Valencia dejaron una imponente estela de muerte, destrucción y crisis política. Los monarcas españoles soportaron una durísima visita a las zonas afectadas.

En Asia, en una fugaz, absurda y sorprendente maniobra ante el bloqueo de la oposición y para tratar de ganar influencia, el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, intentó someter al país a una ley marcial por primera vez en 45 años. Tras una enérgica protesta social, el sainete terminó en su destitución.

Aprovecho para desear a los lectores lo mejor para el año 2025, esperando que sea mucho mejor que el que acaba de concluir, y con la consigna de la enorme resistencia y reconstrucción institucional por lo que hay que luchar en nuestro país.

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