Los controladores aéreos en México están enfrentando una situación crítica que a decir de ellos, amenaza con desestabilizar el sistema de navegación aérea del país y poner en riesgo la seguridad de las operaciones.
En 62 aeropuertos nacionales, estos trabajadores esenciales han comenzado una protesta simbólica para visibilizar las condiciones laborales adversas que enfrentan, incluyendo jornadas excesivas, falta de personal y pagos pendientes por tiempo extra. Aunque han decidido no interrumpir sus actividades para garantizar la seguridad aérea, su manifestación subraya un problema estructural que requiere atención inmediata. Desde hace una semana, los controladores aéreos han adoptado vestimenta rojinegra, similar a la que se utiliza en huelgas, y han portado camisetas con el mensaje: “Controladores aéreos trabajando bajo protesta”.
Sin embargo, a pesar de esta acción simbólica, han reiterado su compromiso de mantener las operaciones en curso, conscientes de la importancia de su labor para la seguridad del tráfico aéreo. No obstante, advierten que las condiciones actuales incrementan significativamente los riesgos de incidentes debido a la fatiga y al desgaste físico y mental que sufren.
Hasta luego… pero sí producen fentanilo
De acuerdo con José Alfredo Covarrubias, secretario general del Sindicato Nacional de Controladores de Tránsito Aéreo (Sinacta), el déficit de personal alcanza el 50%. Actualmente, sólo 970 controladores aéreos están operativos, cuando se requieren aproximadamente 1,500 para cubrir la demanda nacional. Esta carencia se ha agravado con el incremento en el número de aeropuertos en el país, que pasó de 59 a 73 en los últimos años, sin que se hayan destinado recursos adicionales para la contratación o capacitación de más personal. La temporada alta de vuelos intensifica aún más esta situación, con un aumento significativo en las operaciones que recarga a los controladores actuales.
El gobierno ha comenzado a saldar parte de los pagos atrasados correspondientes a quincenas de diciembre, y se comprometió a liquidar los adeudos por tiempo extra durante la semana. Sin embargo, Covarrubias enfatizó que el problema trasciende los pagos pendientes. “Hace falta personal y una planificación adecuada para evitar el desgaste excesivo de los trabajadores. La seguridad aérea depende de minimizar los riesgos, y éstos se incrementan cuando la fatiga afecta el desempeño de los controladores”, argumentan. Además, esta problemática ocurre en un contexto delicado para el sistema aéreo mexicano.
A menos de un año de haber recuperado la categoría 1 en seguridad aérea otorgada por la Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos, el país podría enfrentar nuevamente una degradación. Según el Informe de Gestión Gubernamental 2018-2024 de la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC), de las 106 inspecciones programadas en los últimos dos años, sólo se realizaron 24, mientras que el resto fueron canceladas o reprogramadas sin fecha debido a limitaciones presupuestales y de personal. Estas deficiencias ya habían sido señaladas como causas principales de la degradación de México a categoría 2 en 2021. El informe advierte que la falta de recursos humanos y materiales sigue siendo un obstáculo para cumplir con los estándares internacionales de seguridad aérea. La reestructuración del Programa Anual de Verificaciones en materia de Seguridad de la Aviación Civil, derivada de estas limitaciones, compromete el cumplimiento de auditorías esenciales para garantizar la seguridad operativa. Si México pierde nuevamente la categoría 1, las aerolíneas nacionales enfrentarían restricciones para abrir nuevas rutas a Estados Unidos, lo que afectaría la conectividad internacional y la competitividad del sector aéreo mexicano.
La crisis tiene implicaciones más amplias que las laborales, ya que una degradación afectaría la reputación del país en el ámbito internacional y podría poner en riesgo sectores económicos clave como el turismo y el comercio exterior, que dependen de una conectividad aérea eficiente y segura. Ante este panorama, es urgente que las autoridades gubernamentales, los líderes sindicales y los organismos de aviación trabajen de manera conjunta para solucionar de raíz los problemas señalados. Es indispensable contratar y capacitar a más personal, revisar las jornadas laborales y garantizar condiciones adecuadas que prioricen tanto el bienestar de los trabajadores como la seguridad de las operaciones.
Los controladores aéreos han mostrado responsabilidad al no interrumpir sus funciones pese a las adversidades. Sin embargo, su protesta debe interpretarse como un llamado de atención que no puede ser ignorado. La aviación es el medio de transporte más seguro del mundo gracias a estándares estrictos y controles rigurosos. Permitir que esta crisis se prolongue podría comprometer estos avances y derivar en incidentes que pongan en peligro vidas humanas y el desarrollo económico del país. El Gobierno mexicano tiene la responsabilidad de actuar con urgencia y decisión para abordar esta problemática y garantizar la estabilidad del sistema aéreo. Lo que está en juego no sólo es el bienestar de los controladores aéreos, sino también la seguridad nacional, la confianza internacional y el crecimiento sostenible del sector aeronáutico mexicano.
Voz en off. Edgar Amador Zamora, subsecretario de Hacienda y Crédito Público, presentó el Plan Nacional de Desarrollo (PND), que guiará las políticas del país durante el sexenio. El plan se basa en cuatro ejes principales: gobernanza con justicia, desarrollo con bienestar, economía moral y desarrollo sostenible, además de tres ejes transversales: igualdad de género, innovación tecnológica y derechos de mujeres indígenas y afromexicanas. Este enfoque busca atender los retos nacionales con justicia social, sostenibilidad y equidad. Sólo el tiempo dirá, si todo lo anterior se cumplió al finalizar el segundo piso de la Cuarta Transformación…