Ya vimos, en una columna anterior, que en 2023 la bolsa de valores subió 18.41% y que en 2024 bajó 13.72% (de ganancias a pérdidas), y que en 2023 el precio del dólar bajó 13.11% y que aumentó 22.86% en 2024 (de apreciación a depreciación del peso frente al dólar). Lo ideal hubiera sido lo contrario: que la bolsa de valores hubiera subido y que el precio del dólar hubiera bajado, sobre todo porque la causa de esos malos resultados fue la desconfianza que generó el resultado de la elección presidencial, como lo expliqué en la anterior columna.
También vimos que la tasa de interés de los Cetes a 28 días (la que les paga el gobierno a quienes le prestan dinero), en 2023 aumentó de 10.10% a 11.26% (malo: más presiones directas sobre las finanzas del gobierno e indirectas sobre los contribuyentes, de quienes echa mano el gobierno para pagar lo que debe), y que en 2024 bajó de 11.26% a 10.04% (bueno: menos presiones directas sobre las finanzas del gobierno e indirectas sobre los contribuyentes).
Esta tendencia a la baja en la tasa de los Cetes, que es la correcta, ¿se mantendrá en el futuro? Una respuesta (que hay que considerar con la reserva con la que hay que contemplar cualquier proyección del futuro), la encontramos en la encuesta del Banco de México, de diciembre, sobre las expectativas de los especialistas en economía del sector privado. Considerando el promedio de las 41 respuestas recibidas, al cierre de 2025 la tasa será 8.38%; al cierre de 2026, 7.42%; de 2027, 7.13%. ¿Es creíble esta proyección de una menor tasa de interés? No, por las presiones que se ejercerán sobre las finanzas del gobierno, quien tendrá que recurrir (como ya lo ha hecho), a más deuda para financiar su gasto, lo cual presionará la tasa de interés a la alza. Ceteris paribus, a más endeudamiento mayor tasa de interés. Ya lo veremos.
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También vimos que en 2023 el precio del Bitcoin aumentó 153.92% y 122.81% en 2024, y que el 17 de diciembre alcanzó su máximo histórico, 106,138.90 dólares. ¿Cuál fue el primer precio del Bitcoin, el 12 de enero de 2009? 0.00076 dólares (76 cientomilésimas de dólar). De entonces al pasado 17 de diciembre su precio aumentó 13,965,644,836.84% (redondeando: 14 mil millones por ciento), lo cual muestra que, ante todo, el Bitcoin ha sido un buen activo especulativo, como lo son los que se compran a un precio X y pueden venderse a un precio de X + Y, siendo Y cada vez mayor.
Del 4 de noviembre (un día antes de la elección presidencial en EU), al 6 (un día después), el precio del Bitcoin aumentó 11.40%, lo cual quiere decir que, quienes especulan con él, consideraron el triunfo de Trump como una buena noticia. El código no escrito de quienes especulan con Bitcoin es: malas noticias, vende; buenas noticias, compra. Ante una buena noticia los especuladores, convencidos de que subirá el precio del Bitcoin, lo demandan, y si la demanda supera la oferta (y la oferta de Bitcoin está fija en 21 millones), los precios subirán (ganan más quienes compran primero). Es lo que pasó después de la elección. Entre el 4 de noviembre (antes de la elección), y el 17 de diciembre (fecha del último máximo histórico), el precio del Bitcoin subió 56.43%. ¿Qué pasará en el futuro? Que mientras haya demanda, y dada la oferta fija, la tendencia alcista, con altibajos, se mantendrá. Ya lo veremos.