La tregua por las fiestas llega a su fin. Desde este viernes, la Liga MX comienza un capítulo más de su historia. La mayoría de los equipos se presentará con proyectos renovados, algunos otros optarán por segundas oportunidades y el América, el flamante tricampeón de nuestro futbol, volverá a defender su corona bajo las órdenes de André Jardine y la base de jugadores que conquistaron la hazaña por primera vez en torneos cortos. Sin importar las preferencias por uno u otro equipo, el deseo global del aficionado es que sea un torneo con gran nivel, espectáculo y lleno de emociones.
De entrada, la cosa va pintando bien con el regreso de dos técnicos que tienen buena reputación en nuestro país: Antonio Mohamed y Nicolás Larcamón. La directiva de Toluca no ocultó la frustración que causó la última eliminación ante el América. Una pena que el buen trabajo de Renato Paiva no pudiera redondearse con títulos, y finalmente el deporte profesional vive de eso. Con la llegada del Turco Mohamed, en Toluca se cree que su experiencia en liguillas es el toque que hace falta para conseguir el ansiado título.
Por otro lado, también regresa Nico Larcamón, quien en su momento fue el técnico de moda y uno de los más codiciados en nuestra liga tras su paso brillante con el modesto Puebla. Ahora vuelve con los Rayos del Necaxa, que más que un título tienen la urgencia de salir de las sombras, la medianía y al menos ser un equipo divertido y que genere que la gente regrese a su estadio.
Los clubes tapatíos también iniciarán con nuevo entrenador en sus banquillos. Las Chivas, que al parecer aún no se reponen del desprecio de su antiguo entrenador, apostaron con peligro nuevamente. A diferencia de Toluca y Necaxa, se inclinaron una vez más por traer un nuevo rostro, el del español Óscar García Junyent. Nuevamente jugando con fuego, pero para sus aficionados, supongo que ya están más acostumbrados a ser un equipo más. Atlas, en contraparte apuesta por un mexicano, uno de los tres que iniciarán este año, el expuma Gonzalo Pineda. Con un proceso de formación de entrenador muy similar al de Efraín Juárez, la afición rojinegra sueña con un milagro similar al de Efra.
De los equipos que darán una nueva oportunidad están Pumas y Cruz Azul. Los universitarios le dieron un voto de confianza a Gustavo Lema, pero quien no parecen hacerlo es la afición, que reclama airosamente la nula llegada de refuerzos y el incremento en los precios para asistir al Estadio Olímpico Universitario. Y ya sabemos que la afición puma cuando está molesta pesa bastante en su territorio. Lema tendrá que demostrar que la mejoría en Pumas es una realidad y que el trágico juego ante Monterrey en C.U. durante la liguilla pasada fue un accidente.
Cruz Azul y Martín Anselmi lo intentarán nuevamente. La misión luce más difícil que en el pasado porque al parecer el equipo celeste alcanzó su techo futbolístico el semestre anterior. Mantener el nivel, el buen futbol y, sobre todo, la ambición para volver a ser los mejores, será la prueba de fuego para que el joven Anselmi demuestre que las heridas han sanado. Finalmente el éxito no radica en conseguir la victoria, sino en siempre hacer todo lo posible por intentarlo.
Mientras los 17 equipos se rompen la cabeza para los últimos ajustes, en Coapa, los tricampeones, únicamente esperan que suene el pitazo inicial; ser tetracampeones es el objetivo, no hay más.