Las imágenes que podemos ver del fuego sobre parte de Los Ángeles parecen ser de una película de horror; hoy estos incendios son considerados como los más devastadores en la historia de California.
Miles de personas lo han perdido todo, sus casas han quedado en cenizas, calles enteras se han convertido en zonas de desastre.
Las llamas han afectado a por lo menos 12 mil viviendas y edificios; más de 130 mil personas han tenido que ser evacuadas. Los daños superan los 150 mil millones de dólares.
Los otros mensajes del mensaje
El incendio en Pacific Palisades está contenido en un 11 por ciento y ha consumido unas ocho mil hectáreas; este lugar es conocido por ser una zona exclusiva donde viven varias estrellas de Hollywood, como Jamie Lee Curtis, Jennifer Aniston, Tom Hanks, Billy Crystal, Guillermo del Toro y el futbolista mexicano Carlos Vela.
Y no sólo hablamos de personalidades de la industria del cine y entretenimiento; en esta zona también hay decenas de trabajadores latinos, entre ellos muchos mexicanos, quienes incluso decidieron aportar su granito de arena y realizan trabajos de limpieza como levantar escombros.
Un segundo incendio se desarrolla en Eaton, donde siete mil estructuras, entre casas y tiendas, han sido afectadas y más de cinco mil 540 hectáreas han sido consumidas por el fuego, el cual ha sido contenido en un 15 por ciento. En esta zona, a los residentes de Glenoaks Canyon y Chevy Chase Canyon se les autorizó regresar a sus hogares.
El incendio en Kenneth afectó casi 390 hectáreas en el límite de los condados de Los Ángeles y Ventura. El viernes pasado cesaron las órdenes de evacuación obligatorias que regían para las áreas de Vanowen Street al sur hasta Burbank Boulevard y County Lane Road al este, hasta Valley Circle Boulevard en Woodland Hills. Está contenido en 80 por ciento.
El incendio en Sunset ha quemado 25 hectáreas y se emitió una orden de evacuación obligatoria en Hollywood y Hollywood Hills, pero el Departamento de Bomberos de Los Ángeles levantó la orden de evacuación el pasado jueves.
El incendio en Hurst ha consumido 312 hectáreas en la zona de Sylmar. Ya se levantaron las órdenes de evacuación obligatoria y está contenido en un 76 por ciento.
En Lidia, el fuego quemó 159 hectáreas. Continúa bajo vigilancia estricta, pero representa la menor amenaza en comparación con los otros incendios forestales. Está contenido en un 100 por ciento.
Un fuego más se reporta en Archer, el cual ya consumió siete hectáreas. Aún no se informaron avances acerca de su contención.
Ciudad devastada
Entre los californianos crece la molestia contra las autoridades por la gestión en la respuesta de esta tragedia. El gobernador Gavin Newsom ordenó “una investigación independiente y exhaustiva” por la escasez de agua que dejó fuera de servicio muchos hidrantes, que hubieran sido primordiales en las primeras y decisivas horas de los fuegos forestales.
¿Se imagina usted que una de las ciudades que más impuestos recauda en Estados Unidos tenga escasez de agua y no le hayan dado mantenimiento a los pozos como se requería?
Sobre todo en una zona donde hay mucho viento y bosque, elementos idóneos para esparcir el fuego.
Y es que la posibilidad de que estos incendios afectaran tantos hogares era algo que se tenía previsto pudiera ocurrir; las propias empresas aseguradoras decidieron hace tiempo no renovar las pólizas contra incendios y no aceptar nuevos contratos.
Son casas, muchas de ellas de millones de dólares y muy cerca de los bosques, pero además hay que recordar que las construcciones en Estados Unidos en su mayoría son de madera con materiales flamables.
Para las aseguradoras, cubrir estas pólizas en casos de incidentes es muy caro. Según un estudio de la Universidad de California en Berkeley, las empresas aseguradoras han tenido dificultades para ajustar las tarifas de los seguros a los riesgos reales de los incendios forestales. Aseguran que, con el cambio climático, cada día habrá más desastres naturales, y el pagar los reclamos de los seguros puede hacer de las aseguradoras un negocio inviable.
Muchas aseguradoras, sobre todo una de las más grandes en temas de aseguramiento de los hogares como State Farm y Allstate, dejaron sin seguro a miles de clientes.
Y es que las pólizas para poder cubrir sus riesgos tendrían que haberles aumentado las primas a los usuarios, pero hay regulaciones que no han permitido estos aumentos, así que las aseguradoras dejaron de brindar los servicios.
En un estado como California, en donde la gente que vive ahí es propensa a sufrir desastres naturales como terremotos e incendios forestales, han quedado en el desamparo.
Para evitar mayores afectaciones a los ciudadanos, la Comisión de Seguros de California prohibió a las aseguradoras cancelar o no renovar las pólizas de los propietarios afectados por los incendios Eaton y Palisades durante un año; incluso piensa retroceder la fecha al 9 de octubre, para que haya más personas que puedan ser beneficiadas con el pago de seguros.
Entre 2020 y 2022, las compañías de seguros no quisieron renovar 2.8 millones de pólizas de propietarios que viven en California, según los datos más recientes del Departamento de Seguros de California. Eso incluye a 531 mil del condado de Los Ángeles. En esos mismos años, alrededor del 10 por ciento de las pólizas de incendio no fueron renovadas en Pacific Palisades y 8.15 por ciento en Altadena.
Esto se debió a que esas pólizas estaban en zonas que consideran de alto riesgo de incendios forestales.
Lo cierto es que muchas de las casas que se han incendiado tenían un crédito bancario, muy probablemente la parte del crédito quede cubierta en la mayoría de los casos, pero no cubrirá el patrimonio perdido para los dueños de los hogares.
En otros casos, los dueños tendrán que incluso seguir pagando ese crédito financiero.
El cambio climático podría ser responsable de estos incendios. Está el fenómeno climático conocido como “latigazo hidroclimático”.
Esta versión sugiere que California pasó primero por una temporada de lluvias y nevadas históricas, haciendo crecer más vegetación, pero después llegó una extensa sequía y esa vegetación fue el combustible para el fuego y los fuertes vientos de Santa Ana ayudaron a propagar las llamas en esa vegetación seca.
La revista digital Nature Reviews Earth & Enviroment detalla que los “latigazos hidroclimáticos” se volvieron más comunes a finales del siglo pasado y hoy se presentan con más frecuencia por el cambio climático.
Hoy Los Ángeles y su gente necesitan todo el apoyo posible. México, a través de Sedena, envió un equipo de especialistas mexicanos para apoyar en la emergencia, quienes llegaron el viernes pasado al Aeropuerto Internacional de Los Ángeles.
Es gente muy especializada, porque en México también hemos sufrido graves incendios forestales.
Aunque se han logrado avances importantes, se pronostica que estos incendios no cesarán en estos próximos días, por lo menos hasta el próximo miércoles, cuando el pronóstico del tiempo dice que disminuirán los vientos.
Por lo pronto, la devastación continúa.
