Esta fue la inflación anual en los seis años del primer piso de la 4T. 2019: 2.83%. 2020: 3.15%. 2021: 7.36%. 2022: 7.82%. 2023: 4.66%. 2024: 4.21%. Promedio anual: 5.01% (4.44% con VFQ, 4.28% con FCH, 4.19% con EPN), por arriba de la meta del Banco de México, 3% más menos un punto porcentual del margen de error, por lo que la mínima aceptable es 2% y la máxima 4%.
¿Qué se espera para el futuro? Según el promedio de las 41 respuestas recibidas por el Banco de México en la encuesta de diciembre a los economistas del sector privado, en 2025 la inflación será 3.86% (4.60% según el pronóstico más pesimista, 3.28% según el más optimista); en 2026 será 3.73% (4.49% según el más pesimista, 3.20% según el más optimista); en 2027 será 3.68% (4.02% según el más pesimista, 3.19% según el más optimista). De cumplirse la expectativa promedio, en los tres primeros años del segundo piso de la 4T la inflación se ubicará dentro de los márgenes de la meta del banco central, entre 2% y 4%: 3.86% en 2025, 3.28% en 2026, 3.73% en 2027, lo cual daría como resultado un promedio de 3.62%. El promedio de los tres primeros años del primer piso de la 4T fue 4.45%.
La inflación, o es permitida, o provocada, o permitida y provocada, por el banco central (véase: https://www.razon.com.mx/opinion/2022/08/18/inflacion-exceso-de-dinero/), cuya responsabilidad en la materia es innegable. Leyendo los reportes de inflación del Banco de México da la impresión de que la misma es algo que “nos sucede”, como una epidemia o un terremoto, imprevisible e inevitable, y no algo que, o permitió y/o provocó el banco central, sin olvidar que el Banco de México tiene una meta de inflación del 3%, lo cual quiere decir que tendrá que hacer lo que tenga que hacer, para lograr y mantener la inflación del 3%, no menor al 2% y no mayor al 4%, lo cual es económicamente ineficaz y éticamente injusto (lo explicaré en el próximo Pesos y Contrapesos).
Claudio X. y el Plan México
Mientras el Banco de México sea autónomo y el Gobierno Federal no pueda obligarlo a producir dinero y dárselo para que lo gaste, la responsabilidad por la inflación no es del gobierno, como algunos creen, sino del banco central. En todo caso el gobierno puede generar presiones inflacionarias (por ejemplo: aumentando el precio de los combustibles o imponiendo aumentos al salario mínimo), pero si el banco central no respalda esas presiones con un incremento de la cantidad de dinero que se intercambia, es decir, que se utiliza para demandar bienes y servicios, esas presiones inflacionarias no se traducirán en inflación, es decir, en un aumento en el Índice Nacional de Precios al Consumidor, (véase: https://www.razon.com.mx/opinion/2022/02/15/la-cantidad-de-dinero/).
Los datos de inflación, sobre todo el que sumemos 46 meses consecutivos con la inflación por arriba del 4% (6.01% en promedio), la máxima aceptable según la meta del Banco de México, muestran la poca eficacia del banco central para conseguir y mantener la meta que él mismo se ha fijado.
Pero el problema de fondo no es la ineficacia del banco central para lograr la meta, sino el hecho de tener una meta de inflación, de estar a favor de la pérdida del poder adquisitivo del dinero (lo cual supone una ineficacia económica), y del trabajo (lo cual implica una injusticia ética), tema al que volveré mañana.
Continuará.