Ayer se presentó el primer paquete de decretos para impulsar la inversión pública y privada —ahora llamada “mixta”— en el gobierno de Claudia Sheinbaum con foco en infraestructura de energía, hídrica y de transporte. Durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, se realizaron 12 anuncios de ese tipo de acuerdos, pero la inversión privada no fluyó como se enunció en cada una de esas ocasiones. Por ello el crecimiento económico del pasado sexenio fue el más bajo desde la época de Miguel de la Madrid.
La ventaja con que hoy cuenta Sheinbaum en el llamado Plan México es que tiene información precisa de los cuellos de botella que inhiben la inversión privada nacional y extranjera, cada una con 80% y 20% de participación en la formación de capital fijo bruto. Junto con ello, se plantean once metas cuantitativas al 2030 (como captar 100 mil millones de dólares al año en inversión foránea, generar 1.5 millones de empleos formales por año, agregar 20 mil MW a la capacidad de generación eléctrica, lograr 50% de proveeduría nacional para manufacturas ligeras o financiar a 1/3 parte de las pequeñas y medianas empresas a tasas de 5% anual) que dada su magnitud sólo serán posible mediante alianzas con el sector privado.
El sector empresarial fue ninguneado y hasta criminalizado por López Obrador. Ahora, con Sheinbaum, en principio, la narrativa cambia. Pero como dijo el pasado viernes el gobernador de Banxico, Guillermo Ortiz, resulta contradictorio que el actual gobierno convoque a la inversión privada cuando se ha minado el entorno institucional al desmontar el Poder Judicial.
Por ello, tanto en el Consejo Regional Empresarial que lleva Altagracia Gómez como en el Consejo Coordinador Empresarial que encabeza Francisco Cervantes, abundan las voces que de manera franca le han comentado a Sheinbaum que la confianza —crear las condiciones para ella— antecede a la inversión.
Y si se considera una eventual renegociación del Tratado de Comercio TMEC en la época de Donald Trump, la certeza en el marco institucional doméstico es más importante que nunca para estimular el crecimiento pues la inversión pública no tiene los recursos para ser el motor del desarrollo. La experiencia del pasado sexenio es abrumadora: se invirtieron más de un billón de pesos en “obras insignia”, se distribuyeron poco más de 4 billones de pesos en “gasto social”, todo ello para “fomentar el crecimiento desde abajo”…pero ello no ocurrió.
La llamada economía moral ni disminuyó la brecha de desigualdad, ni impidió que con becas los jóvenes se sumaran a las pandillas del crimen organizado como lo prometió Luisa María Alcalde.
Lo que sí se obtuvo fue la deuda más grande de la historia, 16.5 billones de pesos, un aumento de 60% respecto al último gobierno “neoliberal” y que proyecta cargar otros 1.2 billones de pesos sólo para 2025.
Hoy Sheinbaum tiene información de los alcances de una firme y confiable alianza con el sector privado. Ayer fue su primer saque.
PRI se equipa con Inteligencia Artificial IBM-Quantum. Mostrando nuevamente que es un partido de oposición con una estrategia nacional y territorial, el Revolucionario Institucional se acaba de equipar con un poderoso y seguro equipo IBM-Quantum con capacidad de procesar de manera autogenerativa 20 mil millones de registros georreferenciados y procesar un billón de datos de bases de datos de entidades como INE, INEGI, BBVA, Telcel y de las provistas de sus propios militantes.
Se llama “Centro de Información Priista” y con ello la organización que encabeza Alejandro Moreno Cárdenas se habilita con Inteligencia Artificial para comprender mejor y a detalle las necesidades de las personas y fortalecer la conexión con sus causas para encontrar y luchar por soluciones.
El desarrollo elaborado por el programador profesional —priista— Enrique Alberto Ruiz le proporciona al tricolor los elementos para medir las acciones del Morena-Gobierno y dar seguimiento a otros institutos políticos de 585 diferentes datos y así elaborar estrategias y tácticas electorales, como reforzar con diversas herramientas a su militancia de 1.5 millones de personas.
¿Quién dijo que la oposición partidista está aniquilada?
GICSA y las bajas en SHCP. Quién sabe si sea cierto que Rogelio Ramírez de la O prepare sus maletas. Pero pese a que Sheinbaum tuvo que desmentir otra versión de la salida del responsable de las finanzas nacionales, el hecho es que quien está más activo en temas centrales es el subsecretario Édgar Amador.
Pero mas allá de los rumores, quien sí estaría armando su cajita de “Huevo Calvario” es el titular de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, Jesús de la Fuente, sobre quien pesan varios cuestionamientos… como permitir que la inmobiliaria Grupo GICSA siga operando como empresa pública pese a las denuncias legales de fraude bursátil.
Vaya, hay que recordar que la firma de Abraham Cababie Daniel es acusada de falsificar documentos de sus actas de asamblea para enlistarse en la Bolsa Mexicana de Valores, por lo que sus directivos y accionistas enfrentan ya diversos procedimientos civiles y penales.
ASUME urge Ley de Seguridad Privada. La falta de seguridad es la más acuciante demanda social. Las Agrupaciones de Seguridad Unidas por México (ASUME), a las que encabeza Armando Zúñiga Salinas, consideran que es urgente que el Poder legislativo apruebe la Ley General de Seguridad Privada, debido a la extrema informalidad, falta de estándares homologados y poca coordinación con las autoridades públicas, lo que pone en riesgo a empresas y ciudadanos.
La industria de seguridad privada cuenta con más de 600 mil elementos y, considerando sus 17 especialidades, hasta un millón de trabajadores. Existe una reforma constitucional para promulgar la Ley; el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, puede sumarse aliados comprometidos con la ley y el orden.