JUSTA MEDIANÍA

Nuevo capítulo

David E. León Romero
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
David E. León Romero *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: La Razón de México

El día de mañana inicia un nuevo capítulo en la vida pública de Estados Unidos, mismo que tendrá seguramente repercusiones en nuestro país. Donald Trump será el presidente número 47 de aquel país, protagonizando un segundo periodo que inicia inmerso en un marco de incertidumbre por la postura que podría tener frente a México y a los mexicanos.

El prólogo de este nuevo periodo está compuesto por dos amenazas: la deportación masiva de indocumentados y la imposición de aranceles a productos provenientes de nuestro país. Ayer domingo en un evento masivo en la ciudad de Washington, ofreció a los asistentes recuperar el país, y “terminar con cuatro largos años de decadencia”, bajo la promesa de comenzar un nuevo periodo caracterizado por la fuerza, prosperidad, dignidad y orgullo.

“Vamos a detener la invasión de nuestras fronteras”, declaración que pareciera estará respaldada por una serie de medidas para restringir la porosidad de la frontera y contrarrestar la inmigración ilegal, además de iniciar un proceso de deportaciones masivas.

El empresario y expresidente tomará protesta del cargo este lunes al filo del mediodía. El protocolo incluye la procesión al Capitolio, el juramento del vicepresidente, el discurso inaugural y el juramento presidencial.

México y su gobierno se preparan con una serie de medidas en la búsqueda de proteger a nuestros paisanos avecindados en aquella nación, y preservar las condiciones que permitan oportunidades para los productos y servicios mexicanos que forman parte de nuestras exportaciones que tienen como destino los Estados Unidos. El Plan México, presentado por la presidenta Claudia Sheinbaum, será la hoja de ruta que permita a nuestro país potenciar sus fortalezas y fomentar la unidad de todos los sectores en pro de la construcción de un país próspero y competitivo.

En esta primera jornada se espera que el presidente Trump firme una serie de órdenes ejecutivas que pudiera alcanzar más de 100, buscando sembrar sus prioridades políticas, sociales y económicas. Las promesas de campaña transmitidas en medios de comunicación y en las líneas discursivas expresadas en sus eventos tienen como objetivo incrementar los niveles de la seguridad fronteriza, principalmente a través de los controles migratorios.

La incertidumbre imperante se asemeja a la registrada previo al primer periodo del mandatario, en el que el gobierno de México estaba encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador; en aquellos días se configuraban una serie de pronósticos catastrofistas que nunca se materializaron, concretándose, además de una relación productiva y respetuosa, una amistad sorprendente entre ambos mandatarios.

Desde el 2019, México es el primer socio comercial de los Estados Unidos, sitio acreditado principalmente gracias a la posición geográfica y mano de obra calificada que caracteriza a nuestro país. Ambas naciones necesitan una de la otra para cultivar el bienestar de sus comunidades, y estoy seguro que se alcanzará un buen entendimiento entre ellas.

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