El regreso de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos trajo una de las primeras consecuencias: la declaración como organizaciones terroristas a los cárteles de la droga mexicanos, aun y cuando la orden ejecutiva no lo ha hecho todavía en sentido estricto. Dicho decreto otorga 14 días de plazo al secretario de Estado para que en consulta con otras autoridades realice una recomendación relativa a la designación de cualquier cártel u organización para que sea considerada como terrorista extranjera.
El fundamento legal para la declaración como organización terrorista extranjera se encuentra, en primer lugar, en la Sección 219 de la Ley de Inmigración y Nacionalidad (INA), y como leyes complementarias se encuentran la “USA PATRIOT Act” y la Ley de Control de Exportaciones de Armas, todas ellas fueron creadas para proteger los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos, disuadir el apoyo a grupos terroristas y facilitar el apoyo internacional contra grupos terroristas.
Las principales consecuencias de la declaración serán: 1.- Congelación de activos relacionados con los grupos terroristas, tanto de bienes como de cuentas en los bancos estadounidenses y bancos en terceros países, así como la prohibición de transacciones financieras. 2.- El procesamiento penal de los miembros de dichas organizaciones, incluida la posible pena de muerte, así como para todos aquéllos que tengan relaciones comerciales con dichos grupos, lo cual los llevaría a los bancos, las fábricas y tiendas de armas, y sobre todo, a los grupos de narcotráfico que comercian las drogas de los cárteles mexicanos en Estados Unidos. 3.- La exigencia de cooperación internacional, por la cual el Gobierno de Estados Unidos exigirá mayor cooperación de los gobiernos extranjeros para el combate de los cárteles de la droga, esto obligará al Gobierno mexicano y, en todo caso, al Gobierno colombiano (en virtud de ser el principal productor de la cocaína que trafican los cárteles mexicanos), a emprender medidas más fuertes y efectivas contra los cárteles en sus respectivos países.
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Las consecuencias de la declaración de organización terrorista a los cárteles de la droga mexicanos se encuentra todavía en proceso de análisis, pues falta que el secretario de Estado realice las consultas necesarias, para ello, deberían de ser consultadas la DEA, el FBI y la Oficina de Aduanas, las que proporcionarán la información necesaria para determinar cuáles serán los cárteles de la droga considerados organizaciones terroristas, además de que deben de valorar las consecuencias que pueden generar para las propias organizaciones estadounidenses que intervienen en la cadena de relaciones con los cárteles mexicanos, y que pueden afectar su relación con el nuevo Gobierno de Trump, como por ejemplo, las fábricas y tiendas de armas, que puede ser un disparo en el pie para el Partido Republicano, que se encuentra muy ligado a dicha industria.
Dentro de las consecuencias que puede producir la declaración es la afectación directa a la economía mexicana, en virtud de que gran parte del dinero del narco aceita nuestra economía, sin embargo, podemos obtener algo benéfico del combate a los cárteles mexicanos, como la posible disminución de la violencia en nuestro país, así como la disminución del control que tienen en una parte del territorio nacional, y que se rompan las cadenas de corrupción que existen dentro del Estado mexicano, recuperando parte del Estado de derecho.