PUNTO CIEGO

El garrote de Trump

Daniel Santos Flores
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Daniel Santos Flores *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: Especial

“Speak softly and carry a big stick, you will go far”, decía Theodore Roosevelt, o lo que es lo mismo “habla suavemente y lleva un gran garrote, así llegarás lejos”.

Ésa era su receta para ampliar el poder que poseía y lograr los objetivos de su gobierno, no se andaba con juegos, su ideología no era sólo la de mostrar el garrote, era usarlo. Cuando Colombia se negó a ceder su territorio para la construcción del Canal de Panamá, —recordemos que en aquel entonces Panamá decidió voluntariamente adherirse a Colombia después de su independencia del Imperio español en 1821— por lo que el presidente Roosevelt decidió apoyar a Panamá en su pretensión de ser independiente, ayudándolo con presión diplomática, armamento, presencia militar y financiamiento. Colombia aprendió la lección a la mala, el 3 de noviembre de 1903 Panamá se independizó de Colombia, y Estados Unidos pactó con el nuevo gobierno panameño la construcción del canal.

Hoy, más de un siglo después, el presidente Donald Trump emula a su antecesor usando el gran garrote que decidió tallar cuando delineó el rumbo de su gobierno, el primero en sentirlo de manera contundente fue precisamente Colombia, si, nuevamente, y es que la ofensiva que emprendió contra el gobierno de Gustavo Petro cuando éste decidió no recibir los aviones militares con cientos de deportados de origen colombiano y en contraste usando la red social X, dijo que los ciudadanos estadounidenses que se encontraban en territorio nacional debían acercarse a regularizar su estatus migratorio. Obviamente, Trump le dejó caer un garrotazo de tal forma que Petro no tardó en ceder a las pretensiones estadounidenses. Una vez que funcionó con Colombia, Trump se encargó de decirle al mundo: “Para que otros países sepan lo que les espera”.

El error que cometió Petro fue querer igualarse a una nación de la cual técnicamente depende, y en lugar de usar la vía diplomática, de negociar y de soltar unas para dejar otras, terminó completamente ridiculizado, inclusive sus mensajes en X pasaron de un jefe de Estado a las de un dócil empleado que busca agradar a su jefe y no incomodarlo.

El caso de México es distinto, insisto, la Presidenta Claudia Sheinbaum hace uso de todas las estrategias que están a su alcance, desde las diplomáticas hasta las de coordinación en materia de seguridad e inteligenica. México podrá haber sido en el pasado un país que hasta sus gobernantes trabajaban para el vecino del norte, por ejemplo ahí está el caso de por lo menos tres expresidentes que sirvieron como agentes de la CIA: Adolfo López Mateos, Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría. Aun así, con todo eso, México —por lo menos no de manera oficial— Estados Unidos nunca violó la soberanía nacional ocupando nuestro territorio, es por eso que ella no puede ser la primera en permitirlo, en eso tiene una deuda histórica y, de no ser así, no pasará a la historia como la primera mujer Presidenta, pasará como la primera mandataria en permitir a un extranjero ocupar nuestro territorio.

Hoy por hoy, al igual que en 1903, el garrote estadounidense está listo, y eso ya nos lo demostró Trump con Petro.

Aunque pareciera que no hay vuelta atrás, la historia también nos ha enseñado que los garrotes, aunque duros, no son eternos. Ni Roosevelt pudo mantener el dominio completo sobre Panamá, ni Trump, por mucho que lo intente, logrará perpetuar el miedo como ideología de política exterior, porque los países, al igual que las personas, eventualmente aprenden a levantarse.

Reenviado. “Las injusticias se deben hacer todas a la vez a fin de que, por probarlas menos, hagan menos daño, mientras que los favores se deben hacer poco a poco con el objetivo de que se aprecien mejor.”

- Nicolás Maquiavelo (1469-1527)