Gobiernos y empresas de telecomunicaciones en diferentes partes del mundo vetan a la empresa china Huawei por supuestos actos de ciberespionaje.
Las nuevas guerras internacionales se libran en el ciberespacio y dos países están en constante conflicto, Estados Unidos y China, batallas que afectan la vida comercial, económica y política de ambas potencias en el espacio real.
El Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes de Estados Unidos declaró que el gobierno chino utiliza empresas tecnológicas, como Huawei, para espiar a otras naciones, acción que pone en riesgo la seguridad nacional de los países que comercializan aparatos de dicha marca, por lo que recomiendan que se evite la utilización de equipos de esa marca.
Tras esa acción política del Congreso de Estados Unidos, se le han cerrado las puertas a la compañía asiática en Europa y países como Gran Bretaña, Francia y Alemania decidieron negarle el acceso a la red 5G, mientras que empresas como la francesa Orange y la alemana Deutsche Telekom no van a renovar contratos con la multinacional china de telecomunicaciones. A esta situación se le suma el reciente arresto de la directora financiera e hija del dueño de la empresa Meng Wanzhou en Canadá, quien enfrenta una posible extradición a Estados Unidos.
No resultaría nada raro que se utilicen las nuevas tecnologías para apropiarse de información valiosa. Todos los días compartimos información valiosa por el ciberespacio en redes sociales e Internet, sin precaución ni educación alguna sobre cómo utilizar la web. Pero este repentino enfoque en las empresas chinas parece tener un trasfondo económico de frenar un crecimiento exponencial de una de las empresas de tecnología más importantes del mundo y de origen chino, uno de los enemigos comerciales más poderoso de los estadounidenses. Recordemos que empresas gringas como Facebook o Google lucran con los datos personales o son culpables de la filtración de información privada, actos que también atentan contra la seguridad nacional, pero como esas empresas son de EU entonces no hay problemas para el gobierno de Donald Trump, quien apunta a China como su próximo objetivo, ya veremos cuánto aguanta el poderoso país asiático y cómo responde a esta amenaza estadounidense.