Tras la Copa del Mundo de Qatar 2022, las federaciones alrededor del planeta han comenzado a formular su proyecto de cara al 2026. En México, aún no se toma una decisión, ya que existen varios candidatos después de la amarga despedida de Gerardo Martino.
A pesar de que parece que uno de los requisitos para el siguiente estratega del Tricolor es la nacionalidad mexicana, y existen varias opciones sólidas como Nacho Ambríz, Jaime Lozano e incluso el regreso de Miguel Herrera, me parece que el candidato ideal es el uruguayo Guillermo Almada.
La predisposición de que el entrenador sea mexicano se debe a la evidente falta de conocimiento y experiencia que Martino tenía en nuestro futbol. Sin embargo, Almada ya fue campeón de la Liga MX, con un núcleo de futbolistas de la cantera más productiva en años recientes; dicha generación de jugadores podría resultar elemental en el siguiente ciclo mundialista.
Además, el estilo del estratega uruguayo permitiría que diversos elementos del conjunto nacional finalmente luzcan, pues su equipo se ha caracterizado por tener un gran trato de balón, también siendo capaz de hacer daño en transiciones y replegándose cuando lo considera necesario.
De igual manera cabe destacar su labor en Santos Laguna, donde, al igual que en Pachuca, logró construir un medio campo dominante con futbolistas que habían pasado desapercibidos previo a su llegada. Además de sus virtudes tácticas, me parece evidente su capacidad de desarrollar jugadores y de crear esquemas que los beneficien en el presente y a futuro. Luis Chávez me parece el perfecto ejemplo de esto.
La decepción en Qatar refleja problemas más allá de lo que pueda realizar un director técnico con una pizarra. No obstante, confiar en alguien con el perfil de Almada es un paso en la dirección correcta, aun así, la realidad es qué la materia prima se quedó corta a comparación de las expectativas del aficionado. Esto no es por una falta de talento, sino por una falta de desarrollo y de contextos favorables que permitan el éxito en ligas europeas. Por ende, me parece que se debe confiar en alguien que ha probado ser capaz de construir situaciones a la talla del futbolista. Esperemos que este ciclo mundialista sea el comienzo de una trayectoria positiva para el conjunto tricolor.