Se disputó la vuelta de la semifinal de la Champions League entre el Real Madrid y el Manchester City en el Santiago Bernabéu, donde el conjunto local logró una remontada que de alguna manera pudo ser tan inexplicable como predecible.
Se ha hablado de la amplia superioridad del City en el trámite de ambos partidos; sin embargo me parece que la vuelta, incluso antes de la remontada, fue bastante más apretada que el encuentro en Manchester.
El primer gol del conjunto dirigido por Pep Guardiola representó un cambio radical en la dinámica del partido a favor de los visitantes. No obstante, cuando los blancos perdieron control y parecían estar por ser liquidados, Thibaut Courtouis los mantuvo con vida una vez más.
Por lo tanto, de poco sirvió la eléctrica entrada de Jack Grealish, ya que un par de minutos después de que Ferland Mendy sacara de la línea su segunda escapada, se le vino la noche a los de Inglaterra.
Una vez más, la inquebrantable fe madrileña, acompañada de destellos de talento en los momentos más importantes, terminó causando un auténtico milagro con dos tantos de Rodrygo en los minutos finales.
El regreso de Casemiro fue clave para los de Ancelotti, el latente peligro rival de la ida disminuyó radicalmente, lo cual igualmente se puede atribuir a la falta de centros laterales por parte de los Citizens, estos fueron el principal recurso en la ida y lo han sido a lo largo de la campaña, sin embargo la vía primordial de su ataque fue una transición poco efectiva.
Ya en tiempo extra, Rúben Dias sentenció el partido cometiendo uno de esos errores inexplicables que constantemente han aparecido año tras año en la Champions para este equipo.
Las fallas de Sterling y Agüero contra el Mónaco, el penalti del “Kun” en 2019, Laporte contra el Tottenham, el regalo de Ederson en 2020 y ahora Rúben Dias, todos estos errores acompañados por un par de equivocaciones costosas por parte de los árbitros. Una serie de colapsos incomprensibles de uno de los equipos más dominantes en la historia de la Premier League.
Carlo Ancelotti nunca será el genio táctico que es Pep Guardiola. Sin embargo, ha dejado que ciertos futbolistas brillen, estableciendo una mentalidad como ninguna. Recordemos que ese cabezazo de Sergio Ramos en la final de 2014 contra el Atlético de Madrid fue con el estratega italiano en el banquillo.
No obstante, lo de esta temporada tiene pocos precedentes, pues demás de los milagros en la Champions, este Madrid ganó una cantidad considerable de partidos en liga de la misma manera.
Algo tan intangible siempre será difícil de medir, sin embargo es evidente que a estas alturas no es coincidencia. Por lo tanto, Ancelotti merece el mismo reconocimiento que cualquier otro técnico. En la final, el Real Madrid se medirá ante el Liverpool en busca de saldar cuentas tras esa agonizante derrota 2018, por lo que esta final promete ser una para el recuerdo.