“Para hacerme poderosa sólo necesito una cosa: educación”
Malala Yousafzai
Angela Dorothea Merkel, es la primera mujer elegida como Canciller de Alemania. Nació en Hamburgo el 17 de junio de 1954, hija de un pastor protestante y de una profesora de latín e inglés, vivió en una Alemania dividida por el muro que se localizaba a tan sólo 50 kilómetros al este de Hamburgo y que separó a la ciudad de su interior, hasta la reunificación alemana en 1990. Situación que marcó la visión de la vida de Merkel para no desear un mundo dividido.
Merkel estudió la carrera de químico-física e hizo un doctorado en química cuántica, una profesión totalmente fuera de la política; sin embargo, se afilió al partido Unión Demócrata Cristiano, e inició su carrera política bajo el gobierno de Helmut Kohl, como Ministra para la Mujer y la Juventud en 1990. En 1994 fue designada Ministra de Medio Ambiente y Seguridad Nuclear.
En el año 2000, con sorpresa, ganó las elecciones para la Presidencia del Partido Unión Demócrata Cristiano de Alemania, en un partido de raíces católicas, conservador y dominado por los hombres, el cual bajo su presidencia ganó una serie de elecciones locales. En 2003 Merkel criticó fuertemente al gobierno de Gerhard Schröder al no haber evitado la invasión de Irak, contra el gobierno de Sadam Husein, lo que le generó más popularidad.
Angela Merkel logró ser Canciller de Alemania, después de una serie de coaliciones entre partidos, el 22 de noviembre de 2005. Fue la primera mujer en gobernar Alemania, comprometiéndose a gobernar para todos los alemanes y evitar la discriminación racial, lo que le generó críticas en su país. La visión del mundo de Angela Merkel influyó para el fortalecimiento de la Unión Europea; asumió su liderazgo durante los últimos años, con una política de tolerancia y de puertas abiertas a la migración, incluso en contra de los intereses de su propio país, fue duramente criticada por permitir el ingreso a Alemania de la migración siria durante la crisis de 2015. También le tocó coordinar la salida de Inglaterra de la Unión Europea, a pesar de la oposición de varios de sus miembros.
Angela Merkel ha sido una mujer de pocas palabras pero de hechos. Después de catorce años de no salir a dar declaraciones, en marzo del 2020, y ante la crisis por el Covid, se presentó en la televisión para señalar el peligro que iban a enfrentar e hizo saber a la población sobre las medidas de seguridad que se tomarían, lo que le generó ser uno de los gobiernos que mejor han manejado la crisis ante la pandemia, casi siempre anticipándose a los problemas y enfrentándolos directamente. Después de 15 años de dirigir el gobierno de Alemania, el pasado 22 de enero el partido al que Merkel pertenece, la Unión Demócrata Cristiano, con la conformidad de Merkel, nombró como su nuevo Presidente al líder Amir Laschet, quien seguramente será el candidato en las elecciones de septiembre del presente año y como están hoy las encuestas tiene todo para ganar.
Con el fin del gobierno de Merkel se termina una época dorada en Alemania, la hoy Canciller alemana le mostró al mundo que se puede gobernar de forma prudente, sin populismos, sin fobias, siendo incluyente y tolerante. El mundo sería otro si tuviéramos más gobernantes como Merkel.