“La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”
Nelson Mandela
L os recientes resultados de la prueba PISA 2022 en todo el mundo han generado preocupación, ya que la mayoría de los países que participaron experimentaron una disminución en sus puntajes, con sólo algunos países asiáticos mostrando mejoras.
Aunque podría atribuirse en parte al confinamiento provocado por la pandemia de Covid-19, se están considerando otras posibles influencias. La prueba PISA es un examen estandarizado internacionalmente que evalúa los sistemas educativos, con el objetivo de mejorar la calidad educativa. Se centra principalmente en pruebas de lectura, matemáticas y ciencias, considerándolas como fundamentos para la formación continua de los alumnos. También evalúa competencias como la resolución colaborativa de problemas.
En el caso de México, los resultados de la prueba indican una disminución en matemáticas de 14 puntos respecto a la prueba de 2018, alcanzando los 395 puntos. En lectura, se registró una disminución de cinco puntos con 415 puntos, y en ciencias, una disminución de 17 puntos con 409. En comparación, los promedios en países de la OCDE son de 472 puntos en matemáticas, 476 en lectura y 485 en ciencias, México está muy debajo de la media. Aunque la mayoría de los países experimentaron descensos en sus puntajes, algunos países como Islandia y Finlandia, que tuvieron cierres de poco tiempo, mostraron una disminución significativa. El periódico El País, de España, ha publicado un reportaje analizando la disminución de puntos en dicho país, señalando que, aunque bajaron menos que países más ricos como Francia e Italia, aún disminuyeron en comparación con la prueba de 2018.
A pesar de que muchos atribuyen la baja de puntajes a la pandemia, países como Taiwán, Macao, Singapur y Corea experimentaron mejoras. Esto podría sugerir que la diferencia radica en los enfoques educativos y formas de aprendizaje, así como en su propia cultura del estudio, y echarle la culpa exclusivamente al cambio de sistema en México puede ser limitado, ya que es demasiado pronto para evaluar los resultados educativos con el nuevo modelo implementado.
Personalmente, creo que los resultados de PISA pueden reflejar también un cambio generacional en los jóvenes. Con veinticinco años de experiencia impartiendo clases en diversas universidades, he notado una creciente apatía entre los alumnos en los últimos semestres. Motivarlos es más difícil, ya que muestran menos interés en la lectura, análisis profundo de temas y estudio en general. La lectura desde dispositivos móviles parece ser la norma, pero esto puede estar afectando su compromiso con los contenidos.
El cambio generacional que observo hace que muchos alumnos carezcan de ambiciones profundas por aprender y obtener mejores calificaciones. Parecen enfocarse en pasar las materias con el menor esfuerzo posible, y si reprueban, no les preocupa demasiado. Esta indolencia se refleja también en el ámbito laboral, donde cambiar de trabajo fácilmente es más común. Aunque buscar un equilibrio de vida es saludable, es crucial analizar las posibles implicaciones a largo plazo cuando estos jóvenes se conviertan en adultos de cuarenta o cincuenta años. Es necesario abordar los resultados de la prueba PISA desde una perspectiva más amplia y considerar múltiples factores que influyen en la educación y la motivación de los estudiantes.