La falta de regulación del Ozempic en México

ANTINOMIAS

Antonio Fernández*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Antonio Fernández
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

“Cuide su cuerpo. Es el único sitio que tiene para vivir”

Jim Rohn

El sobrepeso de las personas ha sido un constante problema, tanto personal como de salud pública, por ello se han inventado cantidad de remedios caseros, dietas de todo tipo, hasta la elaboración de sustancias químicas, pero ninguna ha tenido el éxito esperado. 

Ahora con el descubrimiento de que Ozempic, cuyo uso normal es para tratar la diabetes tipo 2, sirve para bajar de peso, lo que sucedió de forma azarosa, mucho nutriólogos y dietistas lo han empezado a usar en sus tratamientos, sin reparar en las consecuencias.

Las personas por diversas razones pueden considerar que necesitan bajar de peso; sería bueno que fuera únicamente por salud, pero la gran mayoría es por imagen y autoestima, lo cual es totalmente válido, siempre y cuando no pongan en riesgo su salud, por ello la industria alrededor del control de peso es gigantesca, y sin embargo, todos estos años han sido de meras expectativas sin haber encontrado una solución real y de fondo, y hoy parece que se ha encontrado la solución mágica para bajar de peso.

Con el descubrimiento de que Ozempic sirve para bajar de peso, la empresa danesa Novo Nordisk se convirtió en el año 2023 como la empresa más valiosa de la Bolsa Europea, mediante la producción de dos medicamentos, Ozempic y Wegovy, que han revolucionado el tratamiento de la obesidad, ésta última recientemente autorizada en Europa exclusivamente para el tratamiento de la obesidad, ha generado escasez en las farmacias, no importando que su costo sea alto.

Personajes del mundo del espectáculo y de los negocios han declarado su uso, como Kim Kardashian y Elon Musk. La hormona que contiene el medicamento es una versión sintética de la hormona péptido glucagón-1, que el cuerpo produce en forma natural y que tiene por función regular la glucosa en la sangre e interviene en la sensación de saciedad y de vaciado gástrico, lo cual provoca comer menos y se sentirse satisfecho.

Mientras en Estados Unidos y en Europa las autoridades sanitarias han estado trabajando y reportan la situación con el consumo de Ozempic, en nuestro país, las autoridades no han informado nada al respecto, lo cual es preocupante, pues en muchos casos personas sin ninguna preparación médica las recetan, poniendo en riesgo la salud de los pacientes, por lo que es importante que tomen cartas en el asunto.

Por lo anterior, en el mes de mayo se publicó un ensayo en la revista científica Nature, que describe los efectos secundarios más frecuentes, como son molestias gastrointestinales, náuseas, vómitos, diarreas, estreñimiento y reflujo, situaciones que muchas veces pasan por alto los nutriólogos, pero que se tienen que supervisar para que no causen daños mayores.

El consumo de Ozempic para el tratamiento de la obesidad, ha hecho que los enfermos de diabetes tipo 2 tengan que pagar precios más altos en sus medicamentos, o de plano quedarse sin ellos por la escasez que se ha producido, migrando a otros medicamentos. Un tema importante es que la patente expira en 2026, momento en el que las grandes farmacéuticas chinas e indias podrán producirlo a bajo costo y será entonces que llegue a las clases más desfavorecidas, y pueda servir para contribuir a solucionar un problema de salud pública.