Morena o la serpiente que se muerde la cola

ANTINOMIAS

Antonio Fernández Fernández
Antonio Fernández Fernández Foto: larazondemexico

“Vota a aquel que prometa menos. Será el que menos te decepcione”

Bernard M. Baruch

Morena, el partido que llevó a Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia, surgió como una asociación civil denominada Movimiento Regeneración Nacional en el año 2011 y que apoyó su campaña para la Presidencia de la República en 2012. Sin embargo, fue hasta el 9 de julio de 2014 que el Instituto Nacional Electoral le otorgó el registro como partido político. Con una postura política de izquierda, aglutinó a diversos personajes que venían, la mayoría, del PRD como Martí Batres, Claudia Sheinbaum, Mario Delgado, Marcelo Ebrard, Porfirio Muñoz Ledo y Ricardo Monreal, entre muchos otros.

Morena ha tenido un crecimiento meteórico, pues a pocos años de su creación consiguió la Presidencia de la República, 251 diputados, 59 senadores y 6 gubernaturas, con lo que se convirtió en la primera fuerza política del país. Con la mayoría en el Congreso, un Presidente de la República con una alta aprobación de su Gobierno, parecía que consolidaría sus logros y ganaría las siguientes elecciones, pero las derrotas en Hidalgo y Coahuila nos demuestran lo contrario.

Morena, que es el partido con mayor perspectiva de futuro, ahora enfrenta la elección de su nueva mesa directiva, a la cual han llegado como finalistas Porfirio Muñoz Ledo y Mario Delgado, quienes representan dos visiones diferentes de la política nacional, pero que ambos aspiran a tener el control del partido para poder operar las candidaturas del próximo año 2021 y llegar a las elecciones de 2024 con un candidato que pertenezca al grupo ganador.

Morena ha sufrido con la elección de su dirigencia, ya que no pudo realizarse de forma directa al no tener un padrón de afiliados confiable, ni en una elección abierta para evitar la intromisión de otros partidos, tomándose la decisión de que fuera mediante una encuesta, de la cual resultaron empatados los dos finalistas, por lo que se preparó una nueva encuesta para que en esta misma semana se elija al nuevo dirigente del partido, lo cual resulta demasiado azaroso; pues quien pierda no tendrá la certeza de haber perdido dado el mecanismo usado para ejecutar dicha elección, y seguro nos esperan más descalificaciones, que pondrán en entredicho a la nueva dirigencia y debilitarán al partido para las próximas elecciones.

Resulta paradójico que Morena presente los mismos problemas que sufrió el PRD con las luchas intestinas que terminaron por hacer pedazos al partido. Precisamente por estos problemas es que no pudieron hacer una buena campaña en las recientes elecciones en Hidalgo y Coahuila y terminaron perdiendo, quizá una muestra de lo que viene.

AMLO necesita un partido unido para poder consolidarse en las próximas elecciones de 2021, de lo contrario puede perder el Congreso y con ello la fuerza que hoy tiene para imponer sus decisiones y consolidar sus planes de Gobierno, podría empezar su caída, y Morena será la serpiente que se muerde la cola.

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