(Primera parte)
La mayoría de las personas queremos comprar un inmueble en el mejor precio, y eso nos puede llevar a buscar ofertas en los diferentes medios de comunicación o en los llamados “avisos oportunos”.
En donde podemos encontrar grandes ofertas de bienes inmuebles, muchos de esos por la vía del remate, y con mensajes llamativos como: “última oportunidad” o “no te pierdas la mejor oferta”, los cuales nos pueden generan dudas, pero al mismo tiempo nos genera una emoción de poder comprar la casa de nuestros sueños a un precio verdaderamente accesible, y como de eso se trata, de que nos enganchemos con la supuesta oportunidad y de no poder dejarla pasar, por ello hay que tener mucho cuidado en aventurarnos en ese terreno tan dudoso.
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Desde luego, que la promesa de comprar en el mejor precio nos atrae, sin embargo, hay que tener cuidado, ya que existen empresas que sólo estafan a las personas y se aprovechan de su buena voluntad e ingenuidad bajo la premisa de comprar una casa o un departamento por el veinte por ciento de su precio real. El problema es que muchas veces resulta un fraude.
Vamos a comentar, primero, de las ofertas que son falsas, posteriormente de las que son verdaderas y sus detalles; de las primeras, hay dos formas conocidas de operar por parte de los promotores de dichos remates: La primera se realiza por medio de un promotor del supuesto remate; pide un anticipo al posible comprador sin que muestre los documentos que acrediten el juicio que se está llevando a cabo, ni las escrituras que sustentan la propiedad del inmueble, bajo el argumento de que no pueden mostrar los documentos hasta recibir dicho anticipo, señalando que es un requisito indispensable para continuar con los trámites de la compra. El caso es que una vez que la persona entrega dicho anticipo, le dan largas para entregarle los documentos del supuesto juicio, y lo más probable es que al poco tiempo desaparezca la empresa de dicho lugar, después de haber estafado a varias personas con el mismo método y con diferentes inmuebles.
Otra de las formas de realizar el fraude es mediante documentos falsos. Les muestran copias de sentencias y de escrituras, que cuando se investigan resultan falsas. Con dichos documentos engañan a los compradores, quienes, una vez pagado el precio, acuden a otorgar su escritura con un notario, y resulta que dicha escritura no existe, que es falsa y, por lo tanto, no se puede firmar la escritura de la compra realizada ni demandar judicialmente su otorgamiento de firma.
Las diversas formas de realizar los fraudes son tan sofisticadas que las empresas y las personas que las realizan parecen empresas serias y reales; sin embargo, todo es un montaje para hacernos caer en el engaño; su modus operandi se basa en la gran oportunidad que nos ofrecen de comprar a un precio muy bajo, pero con la urgencia de que paguemos el precio o una parte de él, para que no perdamos la oportunidad. Una vez recibido el pago, nos evitarán, y posteriormente desaparecen del domicilio, cuya oficina normalmente la rentan por hora y tiempo determinado, para no generar rastro alguno.
Continuaremos con los pormenores de los casos reales de venta por remate.