El corte antes de la recta final

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Antonio Michel Guardiola<br>*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.<br>
Antonio Michel Guardiola*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: larazondemexico

A unos días del fin de año, las encuestas más recientes posicionan a Claudia Sheinbaum (Morena), al frente de la contienda electoral de 2024, con un margen que oscila entre 20 y 30 puntos. Sin embargo, los resultados de las elecciones en los últimos tres años señalan que aún es muy temprano para predecir una victoria aplanadora para el partido de AMLO.

Hace seis años exactamente, las mismas encuestas arrojaban a López Obrador en la delantera por un promedio de 15 puntos sobre su rival más cercano, José Antonio Meade (PRI). Los resultados dieron la victoria a AMLO con más de 30 puntos de ventaja sobre el segundo lugar, Ricardo Anaya (PAN). Al comparar las cifras en las encuestas con los números finales de los ejercicios de 2021, 2022 y 2023, se perciben discrepancias similares.

En el periodo electoral 2020-2021, en diciembre las encuestas colocaban a Morena con más de 7 puntos de ventaja sobre sus adversarios más cercanos en las federales. Al final, la Alianza de Morena se llevó 42% de los votos mientras que la coalición PAN-PRI-PRD obtuvo el 40% de los votos para las curules en la Cámara de Diputados. Sin embargo, en cuanto a las gubernaturas, las encuestas mostraban un escenario no tan favorecedor para Morena, oscilando entre 7-9 para Morena y el resto para la oposición. Finalmente, Morena se quedó con 11 y las otras 4 se repartieron en los otros partidos.

En 2022, Morena se quedó con 5 de las 7 gubernaturas, a pesar de predicciones más generosas. Al año siguiente, Morena mostraba un amplio margen sobre la alianza PRI-PAN en el Estado de México y, si bien consolidó su triunfo, la brecha se cerró a 8 puntos porcentuales.

Lo anterior demuestra que, en seis meses, mucho puede cambiar. En especial, en una sociedad cada vez más voluble y con sucesos impredecibles como el desastre que ocurrió en Acapulco hace unas semanas, evento que impactó negativamente a Morena en las tendencias. Algo habrá de verdad en ello, ya que Samuel García (MC) se bajó de la contienda, porque en el poco tiempo que duró en ella, le robó más puntos a Sheinbaum que a Xóchitl Gálvez (FAM).

Las encuestas muchas veces son sesgadas, manipuladas y utilizadas como parte de las campañas. Esto no implica forzosamente un mejor escenario para el Frente Amplio, pero los contrastes entre las consultas y las cifras finales antojan a pensar que los siguientes seis meses aún pueden ser el escenario de sorpresas en cualquier sentido.

La recta final será determinante. El Frente Amplio tiene a su vez una desventaja y una ventaja. Por un lado, Sheinbaum goza del apoyo del Presidente. Por el otro, Xóchitl Gálvez concentrará los votos de quienes no estén conformes con el proyecto de Morena o con respuestas a eventos por venir.

Sheinbaum se encuentra en una posición muy distinta a su antecesor cuando él ganó: AMLO inició con nada qué perder, mientras que ahora Morena cuenta con 23 de 32 estados, el INE y el Congreso. Es un arma de doble filo, ya que pueden reafirmar su reinado fácilmente con ese poder o ser destronados por no haberlo sabido usar.

*Datos extraídos de documentos del INE.

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David E. León Romero