63/100

El desempeño económico debe medirse por el bienestar de las personas, que depende, en buena medida, pero no única, de la cantidad, calidad y variedad de los bienes y servicios de los que disponen para satisfacer necesidades, bienestar que depende del crecimiento de la economía, relacionado con la producción de bienes y servicios, necesarios para satisfacer las necesidades, relacionada con el empleo y el ingreso, necesarios para poder acceder a ellos, pero que va más allá del mismo, por lo que el bienestar debe medirse de manera distinta que el crecimiento.

Además de medir el crecimiento económico debe medirse el progreso social, lo que hace México, ¿cómo vamos? con el Índice de Progreso Social 2015-2021: https://mexicocomovamos.mx/wp-content/uploads/2022/11/MCV_IPS_2015_2021.pdf.

Estos son los elementos que se toman en cuenta para medirlo. Necesidades humanas básicas: nutrición y cuidados médicos, agua y saneamiento, vivienda, seguridad personal. Fundamentos del bienestar: acceso a conocimientos básicos, acceso a información y comunicaciones, salud y bienestar, calidad medioambiental. Oportunidades: derechos personales, libertad personal y de elección, inclusión, acceso a educación superior.

En escala de cero a cien éste ha sido el Índice de Progreso Social de 2015 a 2021: 2015, 62.9; 2016, 63.3; 2017, 63.8; 2018, 64.8; 2019, 64.5; 2020, 64.1; 2021, 63.0. De 2015 a 2018 el Índice de Progreso Social mejoró. De 2019 a 2021 empeoró.

Estos son los resultados para cada una de las tres dimensiones.

Necesidades humanas básicas: 2015, 74.3; 2016, 74.5; 2017, 75.3; 2018, 74.3; 2019, 73.4; 2020, 73.8; 2021, 69.9.

Fundamentos del bienestar: 2015, 66.4; 2016, 66.1; 2017, 65.5; 2018, 66.3; 2019, 65.8; 2020, 62.2; 2021, 63.4.

Oportunidades: 2015, 48.1; 2016, 49.2; 2017, 50.7; 2018, 53,8; 2019, 54.4; 2020, 56.3; 2021, 55.6.

Del informe destaco, citándolo, dos conclusiones, la primera relacionada con la importancia del comercio internacional, tanto exportaciones como importaciones, la segunda con la trascendencia del capital humano, los conocimientos, habilidades y actitudes de la gente.

“El análisis realizado en esta edición del IPS muestra que las entidades en las que el flujo comercial como porcentaje del Producto Interno Bruto Estatal es menor, son también las entidades donde se observa un menor progreso social de forma consistente (Veracruz, Guerrero, Chiapas y Oaxaca). A pesar de que todas las entidades tienen el mismo marco institucional, existen algunas que no han podido integrarse a la dinámica del comercio internacional. Corregir esta situación no es una cuestión de diseño institucional sino de las diferencias de capacidades e infraestructura entre las entidades del país”.

“Los insumos, infraestructura y capital humano en las entidades es determinante para el progreso social. Tomando como referencia a Oaxaca, Chiapas y Guerrero –que cuentan con el porcentaje de flujo comercial más bajo respecto a su PIB de las 32 entidades del país–, no será posible integrarlos a la dinámica de comercio internacional observada en otras entidades del país mientras no cuenten con la infraestructura y capital humano suficientes”.

La calificación 63/100, en materia de progreso social, es una gran vergüenza y un enorme reto.