Defino al Estado de Derecho, no como el gobierno de las leyes, sino como el gobierno de las leyes justas, que son las que reconocen plenamente, definen puntualmente y garantizan jurídicamente los derechos (que realmente sean derechos, no necesidades, no intereses), de las personas, Estado de Derecho que es condición necesaria del crecimiento de la economía y del bienestar de las personas, bienestar que depende del crecimiento.
Si el Estado de Derecho es el gobierno de las leyes justas, entonces es Estado de Justicia. El Estado de chueco, antítesis del de Derecho, es Estado de injusticia.
El Estado de Derecho tiene dos componentes: leyes justas y autoridades honestas y eficaces que hagan valer los derechos de las personas, honestidad y eficacia que dependen, en buena medida, de la división de poderes, para que uno sea el Ejecutivo, otro el Legislativo y otro el Judicial, división que, para todo efecto práctico, por obra y gracia del Plan C, en general, y de la reforma judicial, en particular, y gracias a los diputados y senadores que lo hicieron posible, ha desaparecido. La concentración de poder en manos del Ejecutivo es enorme, al grado de poder hablarse de una presidencia imperial (utilizando imperial en el sentido peyorativo del término).
Según el Índice de Estado de Derecho 2023, de la organización Proyecto de Justicia Mundial, entre 142 naciones México ocupó el año pasado el lugar 116, con una calificación, en escala de 0 a 10, de 4.5. Por grupos de variables consideradas este fue el resultado (pongo primero la posición y luego la calificación). Restricciones al poder gubernamental: 104/142, 4.4/10. Ausencia de corrupción: 136/142, 2.6/10. Transparencia gubernamental: 45/142, 5.8/10. Respeto a los derechos fundamentales: 93/142, 4.8/10. Seguridad y Orden: 133/142, 5.0/10. Aplicación de las regulaciones: 102/142, 4.4/10. Justicia civil: 131/142, 3.7/10. Justicia criminal: 132/142, 2.6/10. (Véase: https://worldjusticeproject.org/rule-of-law-index/downloads/WJPIndex2023.pdf).
En lo relacionado con la posición, solo en una variable, transparencia gubernamental, nos ubicamos en la parte superior de la tabla, lugar 45, entre el 1 y el 71. Ya veremos, en el Índice de Estado de Derecho 2024, en qué posición quedaremos una vez que desaparezca el INAI, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales, y sus funciones sean realizadas por la Secretaría de la Función Pública, dependencia del Poder Ejecutivo Federal.
En lo que respecta a la calificación en ninguna de las variables obtuvimos nota aprobatoria, de 6 en adelante. Ni siquiera una de panzazo, de 6. La menos mala fue 5.0 en orden y seguridad. La peor 2.6 en justicia criminal.
La información corresponde al 2023, antes de que se concretara el Plan C, en general, y la reforma judicial, en particular, todo en contra del Estado de Derecho, que es Estado de Justicia, y a favor del Estado de chueco, que es Estado de injusticia. Previsiblemente en el índice 2024, dado que El Estado de Derecho, que ya estaba medio chueco, o chueco y medio, sigue enchuecándose, empeoraremos, tanto en posición como en calificación.
La Cuarta Transformación en realidad fue la Primera Restauración del PRI.