Arturo Damm Arnal

Del dinero (14/15)

PESOS Y CONTRAPESOS

Arturo Damm Arnal*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. 
Arturo Damm Arnal
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
 
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Dado que los bancos centrales pueden producir dinero y dárselo a los gobiernos para que lo gasten, lo cual, más allá de un límite, genera inflación, ¿hay que prohibirlos? No.

Lo que debe prohibirse es el crecimiento excesivo de la cantidad de dinero que se intercambia en la economía, que se usa para demandar bienes y servicios, cuyo efecto es que la demanda agregada (de familias, empresas y gobierno), crece más que la oferta agregada (producción nacional más importaciones), ocasionando el aumento en el índice de precios al consumidor (inflación). Para evitarlo hay que prohibir la producción de dinero para financiar el déficit presupuestario (la parte del gasto gubernamental que no se financia con impuestos sino con deuda o con producción de dinero). En esta prohibición consiste la autonomía de los bancos centrales, por la cual los gobiernos no pueden obligarlos a producir dinero y dárselos para que lo gasten.

La inflación, definida como el aumento en el índice de precios al consumidor, puede darse por tres causas: (i) ceteris paribus, un aumento en la demanda agregada, que requiere que previamente se dé un aumento en la cantidad de dinero que se intercambia; (ii) ceteris paribus, una reducción en la oferta agregada, que no requiere que previamente se dé un aumento en la cantidad de dinero que se intercambia; (iii) ceteris paribus, un aumento en la demanda agregada, que necesita que primero se dé un aumento en la cantidad de dinero que se intercambia, acompañado de una reducción en la oferta agregada, que no necesita que primero se dé un aumento en la cantidad de dinero que se intercambia.

Si el objetivo es mantener estable el poder adquisitivo del dinero (que con la misma cantidad de dinero, al paso del tiempo, se compre la misma cantidad de los mismos bienes y servicios), para lo cual se necesita que los cambios en la demanda y oferta agregadas sean los mismos, para que se compensen entre sí, lo que los bancos centrales deben hacer es aumentar o disminuir la cantidad de dinero que se intercambia conforme disminuyan o aumentan la demanda y oferta agregadas, partiendo de lo siguiente: si el dinero es el medio de intercambio de la riqueza, entonces debe aumentar o disminuir conforme aumente o disminuya la riqueza, que es la producción de bienes y servicios.

Si aumenta la oferta agregada, por producción nacional y/o importaciones, diez por ciento, para que se mantenga el poder adquisitivo del dinero, es decir, para que no baje el índice nacional de precios al consumidor (deflación), la demanda agregada debe aumentar diez por ciento, para lo cual se requiere que la cantidad de dinero que se intercambia, que se usa para demandar, aumente diez por ciento.

Si se reduce la oferta agregada, por producción nacional y/o importaciones, diez por ciento, para que se mantenga el poder adquisitivo del dinero, es decir, para que no aumente el índice nacional de precios al consumidor (inflación), la demanda agregada debe disminuir diez por ciento, para lo cual se requiere que la cantidad de dinero que se intercambia, que se usa para demandar, disminuya diez por ciento.

La cantidad de dinero que se intercambia en la economía, que se usa para demandar, debe variar, a posteriori, en función de los cambios de la oferta agregada. No debe variar, a priori, para modificar la demanda agregada.

Continuará.