Arturo Damm Arnal

Del dinero (9/15)

PESOS Y CONTRAPESOS

Arturo Damm Arnal*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Arturo Damm Arnal
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Hasta ahora, en esta historia conjetural del dinero (en el sentido que le dio al término, en el siglo XVIII, Dugald Stewart), que estoy contando, han aparecido el acuñador de monedas y el impresor de billetes, acuñación e impresión que tuvieron lugar para solucionar problemas de costos de transacción.

La acuñación de monedas funciona bien siempre y cuando el acuñador respete la equivalencia original, un DAMM igual a un gramo de plata pura. Ya vimos qué sucede cuando el acuñador traiciona la confianza de los agentes económicos y desvalora el DAMM, restándole plata pura. Se genera inflación.

La impresión de billetes funciona bien siempre y cuando el impresor tenga suficientes monedas DAMM’s para respaldar cada billete DAMM según la equivalencia original: un billete DAMM igual a una moneda DAMM igual a un gramo de plata pura. ¿Qué pasa si el impresor imprime más billetes de los que puede respaldar a la equivalencia original? Traiciona la confianza de quienes usan sus billetes como medio de pago.

Si el impresor tiene mil monedas DAMM’s, ¿cuántos billetes DAMM’s, de un DAMM, puede imprimir? Mil. Así, cada vez que alguien vaya a cambiar un billete DAMM por una moneda DAMM (y el dinero es la moneda no el billete), el impresor tendrá monedas suficientes para respaldar, a la equivalencia original, cada billete.

Si el impresor, una vez que sus billetes, de la primera ronda de impresión, han sido aceptados como medios de pago, y nadie los cambia por monedas porque confían que, en el momento en que lo hagan, el impresor les dará una moneda DAMM por cada billete DAMM, imprime mil billetes DAMM’s, sin haber aumentado su disposición de monedas DAMM’s en mil, no podrá cambiar cada billete DAMM por una moneda DAMM, por un gramo de plata pura (1000 monedas/1000 billetes=1), sino por media moneda DAMM, por medio gramo de plata pura (1000 monedas/2000 billetes=0.5). Lo que hizo el impresor fue no respetar la equivalencia original, traicionando la confianza de los agentes económicos que usan sus billetes como medio de pago.

¿Qué harán los agentes económicos una vez que se den cuenta de que un billete DAMM ya no equivale a una moneda DAMM, a un gramo de plata pura, sino solamente a media?

Para responder volvamos al pollero, quien quiere, a cambio de sus pollos, un gramo de plata pura, por lo tanto una moneda DAMM de la primera ronda de acuñación, por lo tanto un billete DAMM de la primera ronda de impresión. ¿Qué hará al darse cuenta de que el billete DAMM ya no equivale a una moneda DAMM, a un gramo de plata pura? Aumentará el precio, en términos de billetes DAMM’s, de sus pollos, que pasará de un billete DAMM a dos billetes DAMM, única manera de que obtenga, por pollo vendido, un gramo de plata pura.

En la medida en que todos los agentes económicos se den cuenta de que el impresor traicionó su confianza, y de que en términos de monedas DAMM’s, y por lo tanto de gramos de plata pura, un billete DAMM ya no es igual a un gramo de plata pura, aumentarán, en términos de billetes DAMM’s sus precios, generando inflación, cuya causa es la desvaloración de los billetes DAMM’s en términos de monedas DAMM’s y de gramos de plata pura. En tal caso habrá un aumento nominal de precios (en términos de billetes DAMM, que pasará de uno a dos), pero no en términos reales (en términos de gramos de plata pura, que quedará igual).

Continuará.