Estrategia ABCD (3/3)

PESOS Y CONTRAPESOS

Arturo Damm Arnal*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Arturo Damm Arnal
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Según el Informe Tributario y de Gestión, con información al primer trimestre, los resultados de la estrategia ABCD: Aumentar la eficiencia recaudatoria; Bajar la evasión tributaria; Combatir la corrupción; Dar mejor atención al contribuyente, fueron: (i) más recaudación; (ii) menos evasión; (iii) percepción de menos corrupción; (iv) compromiso del SAT de atender mejor.

En la primera entrega califiqué de malo el que la recaudación haya aumentado en términos reales 8.7%, lo que va contra la corriente, sobre todo de la que siguen gubernamantólatras (quienes creen que el gobierno nos debe todo, desde preservarnos de todos los males, incluidos los que podemos hacernos a nosotros mismos, hasta concedernos todos los bienes, incluidos los que debemos conseguir por nosotros mismos), y presupuestívoros (para quienes, dado que el gobierno nos debe todo, no hay presupuesto que alcance, por lo que siempre quieren más), gubernamantólatras-presupuestívoros a favor de más gasto gubernamental y más recaudación, como si de ello dependiera un mayor crecimiento de la economía, medido por la producción de bienes y servicios, y un mayor bienestar de la gente, resultado de la generación personal de ingreso.

El gobierno gasta en lo que no debe (por ejemplo: construcción de trenes, aeropuertos y refinerías), razón por la cual gasta de más (por lo menos un 90%), y muchas veces de mala manera (por ejemplo: subsidiando la oferta educativa, dándoles dinero a las escuelas gubernamentales, en vez de subsidiar la demanda, dándoles dinero a los padres de familia para que elijan la escuela de sus hijos), razones por las que, poner más dinero en manos del gobierno, es meterle dinero bueno al malo, es expoliar a los contribuyentes, a quienes se les obliga a entregar una mayor parte del producto de su trabajo, de su ingreso, de lo estrictamente necesario para que el gobierno realice, con total honestidad y la mayor eficacia posible, sus legítimas tareas, las relacionadas con la impartición de justicia: prohibir y prevenir la violación de derechos y, de fallar, castigar a los violadores (a quienes matan, violando el derecho a la vida; a quienes secuestran, violando el derecho a la libertad individual; a quienes roban, violando el derecho a la propiedad privada), y obligarlos a resarcir.

Sería bueno que alguna organización de la sociedad civil, porque el gobierno no lo va a hacer, elabore un informe, no tributario, relacionado con los impuestos, como el que ha sido objeto de los últimos tres Pesos y Contrapesos, sino presupuestario, relacionado con el gasto, centrado en estas tres cuestiones: en qué gasta el gobierno, cuánto gasta el gobierno, y cómo gasta el gobierno, para tener claro cuánto se desvía de lo que debería ser, desde el punto de vista liberal, el reconocimiento pleno, la definición puntual y la garantía jurídica de los derechos a la libertad individual y la propiedad privada, y de la obligación a la responsabilidad personal.

Por lo pronto, durante el primer trimestre, más dinero en manos del gobierno, menos en manos de los ciudadanos. Más dinero bueno al malo. Más expoliación tributaria. Más despilfarro presupuestario, con el agravante de que, pese a la mayor recaudación, el gobierno sigue endeudándose, es decir, endeudándonos.