Factores adversos

PESOS Y CONTRAPESOS

Arturo Damm Arnal<br>*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.<br>
Arturo Damm Arnal*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. larazondemexico

En materia de crecimiento económico, relacionado con la producción, el empleo, el ingreso y el bienestar, las cosas no pintan bien para 2023 y 2024.

Según la media de las 37 respuestas recibidas por el Banco de México en la encuesta de diciembre a los economistas del sector privado, en 2022 el crecimiento será 2.90% (3.20 según la proyección más optimista, 2.40 según la menos), en 2023 será 0.92% (2.20 según la proyección más optimista, menos 0.50 según la menos), y 1.74% en 2024 (2.50 según la proyección más optimista, menos 0.20 según la menos), por lo que, de cumplirse las proyecciones, en los próximos dos años la economía crecerá, en promedio, 1.33%, por debajo del promedio, que entre 1982, año en el que perdimos el crecimiento elevado, y 2019, antes de la recesión del 2020, fue 2.27%, muy bajo.

¿Cuáles son los principales factores que podrían obstaculizar el crecimiento?

Según las respuestas obtenidas por el Banco de México en la encuesta, el 44% tiene que ver con gobernanza: 18% con problemas de inseguridad pública; 11% con otros problemas de falta de Estado de Derecho; 9% con incertidumbre política interna; 5% con corrupción; 1% con impunidad.

Le sigue, con 15%, la inflación, que si bien ha comenzado a ceder (de 8.70 en septiembre a 7.77 en la primera quincena de diciembre), sigue estando lejos de la meta (entre dos y cuatro por ciento): 12% presiones inflacionarias en el país; 3% aumento en los costos salariales; 1% aumento en los precios de insumos y materias primas.

Le sigue, con 14%, condiciones externas: 6% debilidad del mercado externo y la economía mundial; 4% factores coyunturales; 4% política monetaria de EUA; 1% incertidumbre cambiaria; 1% inestabilidad financiera internacional; 1% el precio del petróleo de exportación; 1% el nivel de las tasas de interés; 1% el tipo de cambio real.

Le sigue, con 12%, condiciones económicas internas: 5% ausencia de cambios estructurales; 2% producción de petróleo; 2% debilidad del mercado interno; 2% incertidumbre sobre la situación económica interna; 1% falta de competencia.

Le sigue, con 11%, política monetaria: 9% la política monetaria que se está aplicando; 2% elevado costo del financiamiento interno.

Por último, con 4% restante, finanzas públicas: 4% política de gasto público.

Todo lo anterior relacionado con el porcentaje de respuestas a la pregunta por los tres principales factores que podrían frenar el crecimiento. Pasemos al nivel de preocupación, en escala de 1 (poca) a 7 (mucha), con relación a cada uno de estos factores.

Gobernanza, 6. Inflación, 5.3. Política monetaria, 5.1. Condiciones económicas internas, 4.8. Finanzas públicas, 4.5. Condiciones Externas, 4.3.

Si a la gobernanza, relacionada directamente con el quehacer del gobierno, le sumamos los otros factores de riesgo para el crecimiento, también relacionados con el quehacer del gobierno (por ejemplo SHCP: política de gasto público), o del Estado (por ejemplo Banxico: política monetaria), el porcentaje de respuestas pasa de 44 a 80.

El principal factor de riesgo para el crecimiento, con todo lo que ello implica en materia de producción, empleos, ingresos y bienestar, es la falta de un buen gobierno, falta que ha sido la regla en los últimos sexenios, falta que se ha agravado con la 4T.

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Julio Pilotzi