Si no se repite, y no lo creo, la historia de Arturo Herrera, la próxima gobernadora del Banco México será Victoria Rodríguez Ceja, hasta hace unos días subsecretaria de Egresos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Dos son las preguntas más frecuentes con relación a la nominación de Rodríguez Ceja para presidir, en calidad de gobernadora, la Junta de Gobierno del banco central: ¿cumple con los requisitos para el puesto?, ¿respetaría la autonomía del Banco de México?
Leemos, en el artículo 39 de la Ley del Banco de México, que, entre los requisitos para formar parte de la Junta de Gobierno, se encuentra “gozar de reconocida competencia en materia monetaria”, requisito que no cumple Rodríguez Ceja, quien tiene reconocida competencia en materia de finanzas públicas, pero no en materia monetaria, y una cosa es la política fiscal y otra la política monetaria.
También leemos que “para la designación de dos de los cinco miembros no será necesario satisfacer los requisitos previstos en el párrafo anterior”, entre ellos el de “gozar de reconocida competencia en materia monetaria”, que es el caso de Jonathan Heath y Gerardo Esquivel, quienes no gozaban de reconocida competencia en materia monetaria cuando llegaron a la subgubernatura: ninguno había trabajado en el Banco de México, único lugar donde se adquiere competencia en materia monetaria (al menos que te dediques a enseñar teoría y política monetaria).
¿Cumple Rodríguez Ceja con los requisitos para el puesto de gobernadora del Banco de México? No.
Leemos, en el artículo 28 constitucional, que el Banco de México “será autónomo en el ejercicio de sus funciones” y que “ninguna autoridad podrá ordenar al banco conceder financiamiento”, por lo que los miembros de la Junta de Gobierno, comenzando por el gobernador, están obligados a respetar la autonomía del banco central que consiste, principalmente, en decidir qué cantidad de dinero se produce e inyecta a la economía, en función de un objetivo de política monetaria, que debe ser preservar el poder adquisitivo del dinero, y no en función de las necesidades de gasto del gobierno, que tienden a ser infinitas.
De llegar a la gubernatura, a la cual no debería llegar por no cumplir los requisitos, ¿respetaría Rodríguez Ceja la autonomía del Banco de México, negándose a producir dinero para dárselo el Gobierno para que lo gaste? De llegar debería respetarla, sin olvidar que ese tipo de decisiones no las toma solo el gobernador, sino la Junta de Gobierno que, por primera vez en la historia del Banco de México, estará compuesta por gente, no proveniente del banco central, sino llegada de afuera, lo cual me lleva a preguntar si en el Banco de México no hay personas, con carrera en la institución, capaces de formar parte de la Junta de Gobierno.