La actividad económica se divide en tres grandes grupos. Actividades primarias: agricultura, ganadería, silvicultura, pesca, actividades forestales. Actividades secundarias: la industria, que se divide en: minería; generación y trasmisión de energía eléctrica, suministro de agua y gas por ductos al consumidor final; construcción; manufactura, desde la industria alimentaria hasta la fabricación de muebles, colchones y persianas. Actividades terciarias: los servicios, desde los financieros hasta los comerciales.
Las actividades primarias aportan el 8.4 por ciento de la producción total, del Producto Interno Bruto, del PIB. La secundarias el 28.9. Las terciarias el 66.3. En cuanto a su aportación al PIB la industrial no es la actividad más importante. No aporta ni una tercera parte del mismo. Así está integrada la producción nacional.
De la producción industrial la manufactura aporta el 58.7 por ciento, la construcción el 21.6, la minería el 11.3, y la generación y trasmisión de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final el 8.4. Así esta integrada la producción industrial.
En 2020 la actividad industrial decreció 10.14 por ciento: menos 1.1 por ciento la minería; menos 5.3 por ciento la generación y trasmisión de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final; menos 17.2 por ciento la construcción; menos 10.0 por ciento la manufactura. En 2018 la actividad industrial creció 0.41 por ciento y en 2019, año en el cual inició la recesión, decreció 1.64 por ciento.
De los 29 sectores industriales considerados, los cinco que más cayeron fueron: fabricación de prendas de vestir, menos 34.6 por ciento; curtido y acabado de cuero y piel, y fabricación de cuero, piel y materiales sucedáneos, menos 34.4; fabricación de insumos textiles y acabado de textiles, menos 30.5; construcción de obras de ingeniería civil, menos 25.3; fabricación de equipo de transporte, menos 20.9 por ciento.
De los 29 sectores industriales considerados, los cinco que cayeron menos fueron: extracción de petróleo y gas, menos 0.1 por ciento; industria alimentaria, menos 0.5; fabricación de accesorios, aparatos eléctricos y equipo de generación de energía eléctrica, menos 0.9; servicios relacionados con la minería, menos 1.1; suministro de agua y gas por ductos al consumidor final, menos 2.4 por ciento.
El comportamiento de la producción de los distintos sectores de la industria, en el contexto de una fuerte recesión, resulta lógico: la fabricación de prendas de vestir cae 34.6 por ciento pero la producción de alimentos cae solamente 0.5 por ciento. Primero dejamos de renovar el guardarropa que dejar de reabastecer la despensa y el refrigerador. Más vale bien comidos que bien vestidos.
