Inflación

PESOS Y CONTRAPESOS

Arturo Damm Arnal
Arturo Damm Arnal Foto: larazondemexico

Retomo la pregunta del anterior Pesos y Contrapesos: ¿por qué los bancos centrales aumentan injustificadamente la cantidad de dinero que se intercambia en la economía, causando inflación?

Posible respuesta: para financiar parte del gasto del gobierno, y por lo tanto parte de su demanda por bienes y servicios, para lo cual una de dos: o el banco central lo hace por iniciativa propia, o al banco central lo obliga el gobierno a hacerlo. En cualquiera de los dos casos el resultado es un aumento en la demanda de bienes y servicios de parte del gobierno lo cual, si no se compensa con un aumento igual en su oferta, se traduce en un aumento en el índice de precios, en pérdida en el poder adquisitivo del dinero y del trabajo, en menor bienestar para las personas.

Que un banco central sea autónomo quiere decir que el gobierno no puede obligarlo a producir dinero y a dárselo para que lo gaste, aumentando la demanda por bienes y servicios antes de que aumente su oferta, condición necesaria, pero no suficiente, para evitar la inflación. La otra condición que debe cumplirse es que el banco central no tenga metas de inflación.

En el caso de México el artículo 28 constitucional dice: (i) que el Estado tendrá un banco central que será autónomo en el ejercicio de sus funciones y en su administración; (ii) que su objetivo prioritario será procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional; (iii) que ninguna autoridad podrá ordenarle conceder financiamiento, es decir, producir dinero y dárselo para que lo gaste, con lo cual se cumple la primera condición para evitar la inflación, la autonomía, pero no la segunda, no tener metas de inflación. Para la autoridad monetaria “procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional” significa tener una meta de inflación anual del tres por ciento, más menos un punto porcentual de margen de error, por lo que en México la inflación debe oscilar entre el dos y el cuatro por ciento.

Con esa meta de inflación, desde que el Banco de México es autónomo, abril de 1994, hasta mayo pasado, en México se acumuló una inflación del 697.62 por ciento, 0.64 por ciento mensual, lo cual muestra que la autonomía no es suficiente para evitar la inflación, mucho menos cuando el banco central tiene metas de inflación, como es el caso del Banco de México, que lleva todo el siglo XXI fijando una meta de inflación del tres por ciento, más menos un punto porcentual de margen de error, lo cual ha dado como resultado, en lo que va del siglo XXI, una inflación acumulada del 132.71 por ciento, 0.35 por ciento en promedio mensual.

Todo indica que, sin autonomía o con autonomía del Banco de México, estamos condenados a la inflación, a la pérdida en el poder adquisitivo de nuestro trabajo. ¿Será?

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