Arturo Damm Arnal

Meta de inflación

PESOS Y CONTRAPESOS

Arturo Damm Arnal *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Arturo Damm Arnal 
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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El actual registro de inflación data de 1970. Se trata, ya, de cincuenta y un años, periodo que podemos dividir en dos etapas. La primera, de 1970 a 1993, sin autonomía del Banco de México. La segunda, con autonomía del banco central, de 1994 a 2021.

Entre 1970 y 1993, sin autonomía, la inflación promedio mensual en México fue 2.48 por ciento. Entre 1994 y 2021, con autonomía, fue 0.68 por ciento. Lo bueno de la autonomía: menor inflación. Lo malo: sigue habiendo inflación. Entre enero de 1994 y noviembre de 2021, con autonomía del Banco de México, se acumuló en México una inflación del 744.35 por ciento.

¿Por qué, si el Banco de México es autónomo, sigue habiendo, si bien es cierto que menor, inflación? Porque, para empezar, el Banco de México tiene como objetivo prioritario “mantener una inflación baja y estable”, para lo cual fija una meta de inflación del tres por ciento, más menos un punto porcentual de margen de error, por lo que la mínima inflación aceptable es del dos por ciento y la máxima del cuatro, todo ello según la interpretación de las autoridades monetarias del mandato constitucional que encontramos en el artículo 28 de la Constitución.

Leemos, en el mentado artículo, que “el Estado tendrá un banco central que será autónomo en el ejercicio de sus funciones y en su administración”, y cuyo “objetivo prioritario será procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional”, lo cual debe entenderse como preservar el poder adquisitivo del dinero, de tal manera que, al paso del tiempo, con la misma cantidad de dinero, pueda comprarse la misma cantidad de los mismos bienes y servicios. Es lo mínimo que debemos exigir de los bancos centrales y de la política monetaria.

Las autoridades monetarias de nuestro país no han interpretado lo de “procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional” como “preservar el poder adquisitivo del dinero”, sino como “mantener una inflación baja y estable”, es decir, como permitir y/u ocasionar una pérdida, baja y estable, del poder adquisitivo de nuestro dinero (subrayo: nuestro dinero), y por lo tanto de nuestro trabajo (subrayo: nuestro trabajo), lo cual, si aceptamos que las personas tienen el derecho al producto íntegro de su trabajo, es inaceptable.

¿Por qué hay bancos centrales, como el Banco de México, que tienen metas de inflación, eso sí, baja, del tres por ciento, y estable, no menor al dos y no mayor al cuatro? Por el miedo que se le tiene, desde los tiempos de la Gran Depresión, a la deflación, considerándose que una inflación baja y estable es un buen antídoto para evitarla, debiendo distinguir, a partir de sus causas, entre la mala y la buena deflación, distinción que raras veces se hace. Mientras tanto el Banco de México tiene metas de inflación.