Meta de inflación, ¿lo correcto?

PESOS Y CONTRAPESOS

Arturo Damm Arnal
Arturo Damm Arnal larazondemexico

Leemos, en el artículo 28 de la Constitución, que “El Estado tendrá un banco central que será autónomo en el ejercicio de sus funciones y en su administración”, y que “su objetivo prioritario será procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional”, lo cual quiere decir que el Banco de México tiene, como debe ser, un solo objetivo, procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional, de tal manera que, al paso del tiempo, con la misma cantidad de dinero, se pueda comprar la misma cantidad de los mismos bienes y servicios, objetivo que no ha conseguido.

En lo que va del siglo XXI, de enero del 2001 a agosto del 2020, la inflación acumulada en México fue 123.29 por ciento. La inflación promedio anual fue 4.1 por ciento, curiosamente la misma que se registró durante la primera quincena de septiembre, 4.1. En abril la inflación fue 2.1 por ciento. Hoy es el doble.

¿Cómo entienden las autoridades monetarias su objetivo prioritario, que es procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional, de nuestro dinero, del producto de nuestro trabajo? Para responder recordemos que el Banco de México lleva todo el siglo XXI fijando una meta de inflación del 3.0 por ciento, más menos un punto porcentual de margen de error, que es un margen amplísimo, del 33.33 por ciento, inflación que las autoridades monetarias califican de baja y estable. Dicho de otra manera: las autoridades monetarias favorecen una pérdida, baja y estable, del poder adquisitivo de nuestro trabajo, trabajo que se nos paga con dinero, momento de recordar que hay dos maneras de quitarle lo suyo a la gente: quitándoles dinero (cobrándoles impuestos, obligándolos a entregar parte del producto de su trabajo) y/o quitándole poder adquisitivo a su dinero (permitiendo o generando inflación, obligándolos nuevamente a entregar parte del producto de su trabajo). La inflación tiene el mismo efecto que los impuestos, razón por la cual muchos la consideran eso, un impuesto, pero con el agravante de que no fue legislado. No Existe la Ley del Impuesto Inflacionario. Pero sí hay inflación.

Mucho es lo que debe analizarse y discutirse al respecto, comenzando por la pregunta de si es correcto que un banco central tenga metas de inflación, es decir, que esté a favor de la pérdida del poder adquisitivo del dinero, de nuestro dinero. Que favorezca la pérdida del poder adquisitivo del trabajo, de nuestro trabajo, por más que se trate de una pérdida baja: del tres por ciento, y estable: no mayor al cuatro, no menor al dos. Ya vimos que, con esa meta de inflación, en lo que va del siglo XXI se ha acumulado en México una inflación del 123.29 por ciento, y del 890,938.37 por ciento desde 1970. ¿Aceptable? De ninguna manera.

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