Arturo Damm Arnal

De los precios (1/3)

PESOS Y CONTRAPESOS

Arturo Damm Arnal*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Arturo Damm Arnal
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Uno de los hechos económicos que más llama la atención, y en torno al cual, a través de los siglos, se han dado todo tipo de opiniones, desde muy acertadas hasta muy disparatadas, son los precios.

Opiniones que, desde muy atinadas hasta muy absurdas, siguen dándose hoy, por lo que vale la pena dedicarle tiempo al tema, sobre todo para evitar malas políticas económicas, como lo es la manipulación gubernamental de los precios, que ocasionan escasez o sobreoferta, ambas situaciones antieconómicas, de subutilización de recursos (escasez) o de sobreutilización (sobreoferta).

Comienzo por la definición. Los precios no son lo que valen ni lo que cuestan las cosas, por más que erróneamente eso sea lo que se entiende por precios. Los precios son razones de cambio, tanto de X (por ejemplo: 20 pesos) por tanto de Y (por ejemplo: 355 mililitros de café). El intercambio entre compradores y vendedores no supone X por Y, sino tanto de X por tanto de Y. Sin la determinación de esos tantos no hay intercambio.

Continúo con las funciones que desempeñan los precios. (i) Hacer posible los intercambios: si el oferente y el demandante no se ponen de acuerdo en torno al precio, porque el precio al que está dispuesto a comprar el demandante es menor que el precio al que está dispuesto a vender el oferente, no habrá intercambio, el oferente no se convertirá en vendedor y el demandante no se convertirá en comprador. (ii) Racionar los mercados, corrigiendo situaciones de escasez o sobreoferta: si hay escasez los precios suben, disminuye la cantidad demanda y aumenta la ofrecida, eliminándose la escasez; si hay sobreoferta los precios bajan, disminuye la cantidad ofrecida y aumenta la demandada, eliminándose la sobreoferta. (iii) Revelar la apreciación de los consumidores: a mayor precio pagado mayor apreciación y viceversa, información necesaria para que los oferentes decidan qué y cuánto producir. (iv) Revelar la competitividad de los productores: a menor precio mayor competitividad y viceversa, información indispensable para que los demandantes decidan qué y cuánto consumir. (v) Derivado de las funciones iii y iv, proveer información, a demandantes y oferentes, para que decidan racionalmente qué y cuánto producir y ofrecer, qué y cuánto demandar y consumir.

Termino con la condición que debe cumplirse para que los precios desempeñen correctamente sus funciones, sin lo cual no hay mera de economizar, de hacer el mejor uso posible de recursos que, desde factores de la producción hasta bienes de consumo, son escasos y de uso alternativo, por lo cual deben destinarse al uso, desde producción hasta consumo, que los consumidores aprecien más. Esta condición es que los precios se determinen por el acuerdo entre oferentes y demandantes, que da como resultado el precio de mercado, sin ninguna manipulación del gobierno, que puede fijar el precio por debajo del precio de mercado (precio máximo) o por arriba (precio mínimo), lo cual desequilibra los mercados, ocasionando escasez en el caso de precios máximos o sobreoferta en el de los mínimos, escasez y sobreoferta que son situaciones antieconómicas, que suponen un mal uso de esos recursos escasos y de uso alternativo, razón por la cual deben evitarse, razón por la cual el gobierno no debe manipular precios.

Continuará.