Las actividades económicas van de la producción al consumo de bienes y servicios, pasando por su oferta y venta, y por su demanda y compra, siendo el consumo el fin y la producción el medio, producción que depende, en todos los casos, de las inversiones directas, las que se destinan a producir satisfactores, consumo que depende, en la gran mayoría de los casos, de la compra de bienes y servicios.
En México no tenemos un indicador de las inversiones directas, pero sí uno que nos da una buena idea del comportamiento de éstas. Me refiero a la inversión fija bruta, que se realiza en instalaciones, maquinaria y equipo y que, por proporcionar la infraestructura física (instalaciones, maquinaria y equipo), para llevar a cabo la producción es un buen indicador de la inversión directa.
Tampoco tenemos un indicador del consumo, mucho menos si por tal entendemos el disponer del satisfactor para satisfacer la necesidad (por ejemplo: beber agua cuando se tiene sed), pero sí uno que nos da una buena idea de la evolución del mismo. Se trata de la compra de bienes y servicios de parte de las familias residentes en el país, excluyendo la adquisición de bienes inmuebles y objetos lujosos.
En términos anuales, comparando cada mes con el mismo mes del año anterior, en abril la inversión fija bruta creció 8.4 por ciento. Un año antes, en abril de 2021, creció, consecuencia del efecto rebote, 37.9. Un mes antes, en marzo, creció 4.5.
En términos mensuales, comparando cada mes con el mes anterior, en abril la inversión fija bruta creció 1.9 por ciento. Un año antes, en abril de 2021, decreció 1.8. Un mes antes, en marzo, creció 3.4.
De las dos comparaciones, anual y mensual, es ésta la que mejor muestra el desempeño reciente de la economía, y en abril, comparando con marzo, la inversión fija bruta creció menos: 3.4 en marzo y 1.9 en abril. Mal.
En términos anuales, en abril la compra de bienes y servicios creció 8.0 por ciento. Un año antes, en abril de 2021, creció, consecuencia del efecto rebote, 26.3. Un mes antes, en marzo, creció 8.5.
En términos mensuales, en abril la compra de bienes y servicios creció 0.8 por ciento. Un año antes, en mayo de 2021, creció 1.2. Un mes antes, en marzo, creció 0.7.
Como ya lo dije, de las dos comparaciones, la anual y la mensual, la segunda es la que mejor muestra el desempeño reciente de la economía, y en abril, comparando con marzo, la compra de bienes y servicios creció más: 0.7 en marzo y 0.8 en abril. Bien.
El nivel de la inversión fija bruta en abril fue similar al de diciembre de 2013, muestra de lo mucho que falta para lograr la recuperación de esta variable, de la que dependen la producción de bienes y servicios, variable con la que se mide el crecimiento de la economía, la creación de empleos y la generación de ingresos, de los que depende el bienestar de las personas.
El nivel de la compra de bienes y servicios en abril fue un máximo histórico, el cuarto del año, variable que ya recuperó y superó los niveles prepandémicos, lo cual no quiere decir que las familias ya cuenten con todos los bienes y servicios para, por lo menos, satisfacer sus necesidades básicas, sino que nunca antes se había comprado tanto, lo cual no quiere decir que se haya comparado lo suficiente.
Así las cosas, en abril, desde la producción hasta el consumo.