Arturo Damm Arnal

Repunte en la inflación

PESOS Y CONTRAPESOS

Arturo Damm Arnal
Arturo Damm Arnal
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El desempeño de una economía debe medirse a nivel de la economía familiar, del bienestar de los miembros de las familias. Las variables que lo determinan son: empleo, ingreso, compra de bienes y servicios, precios, y poder adquisitivo del dinero. Hoy analizo este último.

En enero, según datos del INEGI, la inflación mensual (comparando enero con diciembre) fue 0.84 por ciento y la anual (comparando enero de 2021 con enero de 2020), fue 3.54 por ciento, lo cual dio como resultado, para los dos casos (comparación mensual y anual) un repunte, una mayor pérdida en el poder adquisitivo de nuestro dinero.

En términos mensuales, en diciembre, la inflación fue 0.38 por ciento. Un mes después, en enero, fue 0.86 por ciento. El repunte fue de 48 centésimas de punto porcentual, equivalente al 126.3 por ciento.

En términos mensuales, en enero de 2020, la inflación fue 0.48 por ciento. Un año después, en enero de 2021, fue 0.86 por ciento. El repunte fue de 38 centésimas de punto porcentual, que equivalen al 79.2 por ciento.

En términos anuales, en diciembre, la inflación fue 3.15 por ciento. Un mes después, en enero, fue 3.54 por ciento. El repunte fue de 39 centésimas de punto porcentual, equivalente al 12.4 por ciento.

En términos anuales, en enero de 2020, la inflación fue 3.24 por ciento. Un año después, en enero de 2021, fue 3.54 por ciento. El repunte fue de 30 centésimas de punto porcentual, que equivalen al 9.3 por ciento.

Lo malo: tanto en términos mensuales como anuales, y ya sea que comparemos con el mes anterior o con el mismo mes del año anterior, la inflación repuntó.

Lo bueno: la inflación se encuentra todavía dentro de los márgenes de la meta de inflación del Banco de México, que es de tres por ciento, más menos un punto porcentual de margen de error, de tal manera que la mayor inflación anual aceptable es cuatro por ciento.

Lo cuestionable: que el Banco de México tenga metas de inflación, que esté de acuerdo con la pérdida del poder adquisitivo de nuestro dinero, y que la tenga que, o permitir, consintiendo la salida de presiones inflacionarias, o generar, ocasionando presiones inflacionarias si la inflación se ubica por debajo del dos por ciento.

El Banco de México lleva todo el siglo XXI con una meta de inflación del tres por ciento, más menos un punto porcentual de margen de error y, con esa meta, de enero de 2001 a enero de 2021, se acumuló una inflación del 128.14 por ciento.

El que el Banco de México tenga metas de inflación, y el que haya inflación, va en contra de una de las condiciones que se tiene que cumplir para elevar el bienestar de las familias, la relacionada con el poder adquisitivo del dinero que, en el peor de los casos, debería preservarse y, en el mejor, aumentar. Con la inflación disminuye.