Arturo Vieyra Fernández

Finanzas públicas: Preocupación creciente

BRÚJULA ECONÓMICA

Arturo Vieyra Fernández
Arturo Vieyra Fernández
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En medio de la crisis económica, la situación de las finanzas públicas cobra una mayor relevancia. La caída enorme de la producción implica una reducción de los ingresos públicos que podría afectar la continuidad de los programas de ayuda social, la expansión de la inversión pública productiva y el buen desempeño del Gobierno.

Si bien como contraparte, se observan esfuerzos de la autoridad por aumentar la recaudación, reasignar el gasto hacia actividades prioritarias mediante la llamada “austeridad republicana”, éstos podrían no ser suficientes para compensar el impacto del menor nivel de actividad.

Aunque las cifras acumuladas a mayo de las finanzas públicas no revelan una preocupación importante, las correspondientes sólo a mayo ya revelan algunos focos rojos sobre el desempeño de las finanzas públicas. Por ejemplo, por el lado de los ingresos, en el acumulado de los primeros cinco meses del año, el desempeño no luce tan decepcionante, ya que mientras según estimaciones propias, la economía se ha contraído hasta mayo cerca del 10%, los ingresos han caído sólo -3.1%.

Empero, durante mayo, los resultados no fueron buenos, mandando señales preocupantes en la recaudación. Los ingresos presupuestarios del sector público cayeron -23.1% anual. Si bien se recupera la recaudación de ISR después de la abrupta caída en abril —lo que denota un esfuerzo recaudatorio digno de ser mencionado—, el IVA y el IEPS se derrumban como consecuencia directa del confinamiento asociado a la expansión del Covid-19.

Asimismo, los ingresos petroleros se mantienen deprimidos en mayo principalmente por la caída en los precios (alrededor del -60% anual). Los ingresos petroleros obtenidos son apenas un poco más de la tercera parte de lo recaudado en mayo de 2019.

Por el lado del gasto, en el acumulado a mayo, contrario a la caída en los ingresos, se registra una expansión de 4.6% anual. Sin embargo, los resultados de mayo en este segmento también son decepcionantes. Se reporta una importante contracción del gasto público de 5% real. Si bien es muy probable que este comportamiento “procíclico” sea atípico y se corrija en los meses siguientes, si es contrario a la lógica de apoyar el crecimiento económico.

La estructura del gasto público sigue mostrando las mismas prioridades. Las erogaciones acumuladas hasta mayo, siguen concentradas en el segmento de protección social (con fuerte impulso en el quinto mes del año, 79.2% anual), educación y desarrollo económico distinto a energía, aunque éste último tuvo una importante caída en mayo. El costo financiero de la deuda se ha incrementado en el año 11.8% anual asociado a la depreciación cambiaria; sin embargo, durante mayo se redujo 5.3% anual debido a las menores tasas de interés internacionales.

El resultado final de las finanzas públicas muestra que existe margen para impulsar el gasto y el crecimiento. Los balances público y primario revelan un importante margen para impulsar el gasto, nuestra expectativa de déficit primario al cierre de 2020 es que podría llegar hasta los 450 mmdp para apoyar la reactivación; sin embargo, esta posibilidad está siendo desaprovechada hasta el momento con un superávit primario de 43.7 mmdp al cierre de mayo. Es un imperativo aplicar adelantos al gasto —en la medida que la estacionalidad obligada lo permita— para amortiguar la caída en el crecimiento y fortalecer la recaudación de ingresos tributarios.