Arturo Vieyra

¿Crisis bancaria resuelta?

BRÚJULA ECONÓMICA

Arturo Vieyra*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Arturo Vieyra
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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La crónica de una crisis anunciada. Por la tarde del jueves 9 de marzo se dio a conocer que el Silicon Valley Bank (SVB) buscaba capitalizarse con una oferta de acciones y la venta de una parte de su cartera, a la par que mantenía congelados los depósitos de los clientes.

La noticia afectó de manera violenta a todos los mercados estadounidenses y mundiales. El viernes la crisis siguió hasta que finalmente se declaró la quiebra del SVB. A ello se sumó el cierre de Signature Bank por parte del gobierno de Estados Unidos.

¿Cuáles fueron las causas que motivaron la quiebra bancaria? La respuesta puede ser muy compleja, pero hay una razón fundamental: la combinación de las altas tasas de interés por parte de la Fed con una política de inversiones equivocada por parte de SVB. En la teoría tradicional de bonos es muy bien sabido que ante el incremento de la tasa de interés el precio de los bonos baja. SVB tenía una proporción importante de sus depósitos a corto plazo e inversiones a largo plazo en bonos en su balance, la caída de los precios generó pérdidas considerables y temor que se tradujo en una súbita corrida que finalmente se tradujo en la quiebra de la institución.

Las consecuencias de la quiebra de ambos bancos norteamericanos pudieron alcanzar todos los rincones de la esfera financiera, pero afortunadamente y de momento, en los mercados sólo se han creado tensiones de liquidez. Ello, gracias a la oportuna respuesta de las autoridades de Estados Unidos que actuaron enérgicamente el domingo para poner un freno a la catástrofe que podría sucederse. Una acción conjunta del Tesoro, la Reserva Federal y la Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC, por sus siglas en inglés) apuntó a la resolución de Silicon Valley Bank y Signature Bank, al tiempo que estableció mecanismos para evitar un mayor deterioro de la liquidez entre las instituciones de depósito.

A corto plazo, la quiebra bancaria promoverá una mayor competencia por la liquidez, incluido el aumento de las tasas de depósito. La implicación a más largo plazo será un endurecimiento de las condiciones crediticias.

La estrategia gubernamental ha permitido reducir sensiblemente el llamado riesgo sistémico; es decir, que se genere un contagio que desemboque en una crisis del sistema financiero en su conjunto. Si bien los accionistas y ciertos tenedores de deuda no garantizados sufrirán pérdidas, todos los depositantes estarán protegidos. En este sentido, las medidas propuestas parecen ser eficientes para contener el riesgo sistémico, especialmente una fuga masiva de depósitos.

Posiblemente, esta reacción eficiente y oportuna de la autoridad norteamericana evite la necesidad de modificar sustancialmente la política monetaria. Sin embargo, no debe olvidarse que esta crisis bancaria responde a la política monetaria de alta tasa de interés; por tanto, la Fed puede verse presionada a no subir la tasa, e incluso, bajarla antes de lo programado. Es decir, las medidas parecen ser efectivas para contener el problema focalizado en SVB, pero no dan respuesta al problema de un mayor costo de financiamiento en toda la economía norteamericana, e incluso, global.

Si como parece, la crisis está contenida, las implicaciones para la economía mexicana no serán importantes pero, por el contrario, si se alcanza una validación sistémica, México tiene una regulación bastante efectiva del sistema financiero que permitirá hacer frente a la crisis como ocurrió en el 2008.