Inflación a la baja, pero no es suficiente

BRÚJULA ECONÓMICA

Arturo Vieyra<br>*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.<br>
Arturo Vieyra*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. larazondemexico

Noticias relevantes en materia de inflación fortalecen la perspectiva de que el crecimiento de los precios tanto en México como en Estados Unidos ha tocado su máximo y, por tanto, ha comenzado la senda descendente. No obstante, persisten los enormes riesgos para ambas economías. No hay a la fecha certidumbre dada la complicada geopolítica que afecta los precios internacionales de las materias primas y la ya evidente contaminación de las expectativas inflacionarias.

En efecto, la inflación en Estados Unidos se desaceleró en octubre hasta una tasa anual de 7.7% desde 8.2% el mes previo, acumulando cuatro meses consecutivos a la baja. La mayoría de los rubros registraron desaceleración, destacando el descenso en la inflación subyacente (que no toma en cuenta alimentos ni energía) hasta 6.3%.

En paralelo, la inflación en México también descendió en su tasa anual durante octubre hasta 8.41% desde 8.70% en septiembre. Pero la situación aquí es más complicada ya que la subyacente continúa al alza (8.42% desde 8.28%). Posiblemente, el pico de la inflación se alcanzó en agosto, pero persisten las presiones inflacionarias principalmente en el rubro de mercancías, en especial alimenticias, cuya tasa anual ha aumentado de forma ininterrumpida durante los últimos 17 meses y ya alcanza una tasa 14% anual. Sobra decir el efecto pernicioso que esta dinámica golpea con más fuerza a los sectores de bajos ingresos.

Los resultados de la inflación en octubre son buenos en el margen, pero definitivamente insuficientes para cambiar la perspectiva. Así quedó comprobado con las decisiones de política monetaria de la Fed y del Banxico. En ambos casos, los bancos centrales decidieron incrementar la tasa de interés de referencia en 75 puntos base llevándolas hasta 4% y 10%, respectivamente.

Las preocupaciones sobre la inflación quedaron latentes y claras en ambos comunicados de política monetaria, de tal suerte que las tasas seguirán incrementándose por lo menos en 50 puntos base en diciembre. Aunque ello implique menor restricción monetaria que las decisiones anteriores, no exime de incrementos adicionales al principio del año siguiente (por lo menos otros 25 puntos base) dependiendo del comportamiento de la inflación.

En el caso de México, los niveles esperados de la tasa de interés ya se encuentran en la zona de restricción bastante acentuada (una tasa real ex ante cercana al 6%) que necesariamente implicará un golpe al crecimiento económico. Así, sumado al escenario recesivo en Estados Unidos que impactará severamente nuestras exportaciones manufactureras el nivel de restricción monetaria local disminuirá la demanda interna.

En paralelo, con las más altas tasas de interés internas y externas, el costo de la deuda pública en México se incrementará nuevamente limitando las posibilidades de una política fiscal expansiva. Bajo esta perspectiva es probable que el crecimiento en México sea nuevamente muy pobre y en el mejor de los casos cercano al 1%. La recesión mundial está en puerta, ya algunos indicadores dan cuenta del letargo económico que se avecina en el mundo, hay que estar preparados para enfrentar este escenario adverso.

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