Arturo Vieyra

Programa Económico 2024: optimismo revelado

BRÚJULA ECONÓMICA

Arturo Vieyra*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Arturo Vieyra
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Los Pre-Criterios de política económica publicados por la Secretaría de Hacienda a comienzos del segundo trimestre de cada año constituyen el documento que abre la discusión sobre el posible rumbo del quehacer de las políticas públicas para el año siguiente, en este caso para el 2024.

Los recientes lineamientos marcados por el documento oficial son relevantes en dos sentidos. El primero da cuenta de la evaluación del desempeño económico del año en curso y, segundo, da una idea de cuál será la estrategia de política fiscal y perspectiva económica para el 2024. Ambas evaluaciones son de particular interés por el hecho de que nuevamente se manifiestan disparidades en las estimaciones oficiales y de los analistas económicos.

Lo que más llama la atención es el renovado optimismo de las autoridades en materia de crecimiento económico que para este año y el siguiente suponen un avance del PIB de 3.0% en cada año, ambas cifras están por arriba del consenso de analistas de la última encuesta Citibanamex de 1.4% y 1.8%, respectivamente, incluso, vale la pena mencionar que ninguno de los 35 analistas que participa consideran un avance económico tan alto para los dos años.

Si bien el documento oficial argumenta un fuerte impulso al crecimiento por megaobras, mayor inversión aprovechando el proceso de relocalización productiva denominado nearshoring, mejores condiciones laborales, remesas, programas sociales y la recuperación de la industria automotriz.

Si bien todos estos supuestos son plausibles, existe una divergencia respecto a la visión de los analistas. Radica en la expectativa de recesión en Estados Unidos, la cual, por cierto, ya asoma la cabeza a través de varios indicadores.

En efecto, si tomamos la más reciente encuesta de Bloomberg, el consenso de analistas estima un avance del PIB de EU de 1.0%, menor al 1.5% y 1.6% que prevén el Gobierno mexicano y el FMI respectivamente. En ambos casos la posibilidad de recesión es muy baja, lo que, insisto, creo que es una visión optimista para realizar planeación económica.

Otro elemento de vital importancia en la programación oficial se refiere a las finanzas públicas, donde se enfatiza —como ha sido la política a lo largo de toda la presente administración— una postura fiscal prudente apuntalada por tres elementos: (1) un ligero repunte en la producción de crudo; (2) continuidad en la fortaleza de recaudación de ingresos tributarios; y (3) austeridad en el gasto público (disminuye frente al estimado de este año).

Se pretende una disminución marginal en el déficit fiscal medido como porcentaje del PIB (4.4% en 2023 a 4.2% en 2024). También pretenden estabilidad en la deuda pública en alrededor de 50% del PIB. Ambas estimaciones enfatizan la decisión del Gobierno federal por mantener la estabilidad macroeconómica.

Crecimiento mayor al esperado por el mercado y continuidad en la estabilidad de las finanzas públicas destacan como elementos prioritarios del programa económico 2024. Si bien hay razones para considerar como optimista la visión oficial, recordemos que por lo menos el año pasado el pronóstico oficial fue mucho más certero que el de los analistas. En cuanto al cumplimiento de las finanzas públicas, por lo menos en el corto plazo ya existe bastante certidumbre sobre el compromiso gubernamental de mantenerlas sanas en aras de cuidar la estabilidad macroeconómica.

No obstante, no se descartan los riesgos negativos sobre este escenario, básicamente la amenaza sobre los ingresos públicos si se sobrestima el crecimiento económico, ello pondría en entredicho las estimaciones del gasto y, en consecuencia, todos los objetivos fiscales.