La mano que mece la (va)cuna

ANTROPOCENO

Bernardo Bolaños
Bernardo Bolaños larazondemexico

El gobierno de Estados Unidos invirtió en favor de la industria farmacéutica cerca de 10 mil millones de dólares, hasta agosto de 2020, para el desarrollo de la vacuna contra Covid-19. Se trata de la Operación Warp Speed, una de las pocas decisiones visionarias del expresidente Donald Trump. Ella no sólo ha permitido al mundo contar ya con las vacunas de la nueva tecnología de ARN mensajero de Pfizer y Moderna, sino que a mediano plazo le dará a Estados Unidos un empujón para salir de la crisis económica motivada por la pandemia.

Si comparamos los resultados de la enorme inversión del Estado americano con el fracaso europeo, veremos el acierto del primero. Louis Pasteur era francés y Sanofi-Pasteur es la farmacéutica francesa que ha fracasado hasta ahora en la producción oportuna de la vacuna contra Covid-19 ¿Por qué? Quizá faltaron esos miles de millones de euros que Estados Unidos sí asignó a la investigación. Y Sanofi ni siquiera puede maquilarle a las farmacéuticas Moderna y Pfizer las vacunas, pues accedería al secreto de la tecnología ARN mensajero. Conclusión: Estados Unidos y sus farmacéuticas están salvando a millones con sus vacunas seguras y oportunas.

El Presidente López Obrador debería entenderlo. Le preocupa la soberanía y la seguridad nacionales, pero su Gobierno se ha peleado con las farmacéuticas mexicanas. No les han probado la supuesta corrupción de que tanto se habló, pero el abasto de medicamentos ya está en peligro.

Un mito urbano que circula en los chats es que hay fármacos conocidos que funcionan contra Covid-19, pero que no son negocio para las farmacéuticas. Y como acaba de explicar la Dra. Damaris Navarro, joven doctora del ISSSTE que se ha convertido en una célebre “tuitstar”: “Es preocupante la resistencia bacteriana que habrá ya que se controle lo del Covid-19 por tanta gente automedicándose”. Es probable que en el futuro no muramos de nuevas enfermedades, sino de microbios viejos que volverán fortalecidos por los millones de personas que quisieron combatir el Covid-19 con antibióticos y otros fármacos ingeridos intuitivamente.

Ahora compartiré mi propia teoría del complot sobre las vacunas. El gran titiritero que mueve los hilos, la mano que mece la (va)cuna en México, no son las farmacéuticas. Es el jefe del Estado. ¿Quién ha decidido que se vacune prioritariamente a brigadistas que no son personal de salud? ¿A quién se le ocurrió el capricho de vacunar desde las periferias hacia las metrópolis, cuando la intensidad de los contagios va en sentido contrario? ¿Por qué los padres en Campeche están preocupados con la noticia sorpresiva de que se vacunará a los maestros con miras a retomar clases presenciales? ¿Es uno de nuestros mejores científicos quien decidió que se aplicará a los adultos mayores de zonas apartadas la vacuna china, Cansino, precisamente ésa que parece dar una respuesta inmune pobre en personas mayores de 55 años? Mmmmh. Yo creo que la mano que mece la cuna es la de AMLO. Y él no es experto.

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Carlos Urdiales